¿Y si no han aprendido la lección?

1609

Días después de que se hicieran oficiales los datos del resultado de las Elecciones Generales del 20 de diciembre, algunos ciudadanos, activistas de las ONG de Acción Social de este país, intercambiamos opiniones y las expresamos en un comentario, duro si se quiere, pero descarnadamente enraizado en lo que nosotros creíamos que habían sido algunos de los grandes errores tanto del partido gobernante como de los que aspiraban a ocupar su lugar.

Hoy, cuando falta un mes escaso para que acudamos de nuevo a las urnas, conviene recordar algo de lo que entonces dijimos porque, al menos hasta hoy, no se ve propósito de la enmienda.

En este descalabrado Partido Popular hay dos almas. Una encarnada en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Ahí reside el alma buena porque sus máximos dirigentes son gente comprometida con la defensa de los más débiles y la lucha contra las causas que provocan la pobreza y la marginación de decenas de miles de personas en nuestro país.

La segunda alma de este gobierno de don Mariano Rajoy ha residido en el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas que regenta don Cristóbal Montoro Romero. Ahí sí que reside el verdadero mal que ha contribuido a llevar al Partido Popular al desastre electoral que sufrió en las pasadas elecciones. Lo dijimos entonces y lo volvemos a repetir ahora. “Las Secretarías de Estado de Administraciones Públicas y la de Presupuestos y Gastos, auxiliadas eficacísimamente por algunos interventores que tienen el alma de acero, han actuado con una eficacia digna de mejor causa contra el trabajo que con tanto esfuerzo como altruismo desarrollan la inmensa mayoría de las ONG de Acción Social. En este ministerio se respira el aire de que todas las ONG son organizaciones corruptas a las que hay que vigilar estrechamente para que no malbaraten el dinero público que reciben en forma de subvenciones.”

El Gobierno del Partido Popular se ha equivocado y ha colocado el punto de mira de su fusil vengador de la corrupción donde la corrupción, me atrevo a decir, que no existe. Lo que no impide reconocer que unas organizaciones más y otras menos hayamos tenido que caminar por la cuerda floja de la interpretación de una normas draconianas, injustas y opresivas de quienes trabajan contra la marginación y la exclusión que produce el modelo de sociedad en que nos ha tocado vivir.

Defraudar a los leales…

Desde el Consejo Estatal de ONG de Acción Social, donde figuran las asociaciones más importantes y representativas de España, se trabaja con eficacia no exenta de sacrificio, por remediar el sufrimiento de más de seis millones de personas que malviven en estado de exclusión o vulnerabilidad en nuestro país. Son más de seis millones de potenciales votantes que saben, porque no son tontos, que a pesar de los esfuerzos que se realizan, hay una parte del Gobierno de la nación que dificulta, y a veces hasta impide, que se puedan realizar los programas. El año pasado llevamos a cabo 1.082 proyectos sociales realizados por 410 ONG de toda España, al mismo tiempo que tres millones de voluntarios trabajaron activamente a pie de obra.

No somos adivinos ni agoreros. Somos ciudadanos y ciudadanas con los pies bien asentados en el suelo. Somos gente que convivimos con el segmento de población más vulnerable del país. Gente que tiene miedo cuando ve que desde el Poder se les dificulta el normal desarrollo de sus ayudas o de sus programas de asistencia social. Por esa razón adivinamos lo que le iba a pasar al Partido Popular en las pasadas elecciones del mes de diciembre. Entonces dijimos que “las encuestas vaticinaban un fuerte descalabro del Partido Popular a pesar de la buena defensa que se había hecho por mantener vivas las subvenciones del IRPF. Y todo por culpa de políticos de mirada estrecha carentes de cualquier visión estratégica para conocer donde están quienes con sus votos pueden mantenerle en el poder. Por eso no puedo llegar a comprender el empecinamiento del Ministerio de Hacienda, salvo que los clásicos griegos llevaran razón cuando decían que LOS DIOSES CIEGAN A LOS QUE QUIEREN PERDER”. Y perdieron. ¡Vaya si perdieron! Casi cuatro millones de votos.

Sr. Rajoy: El mejor ministro que ha tenido el PP encargado de los asuntos sociales ha sido Don Javier Arenas Bocanegra y posteriormente Don Juan Carlos Aparicio Pérez. Con ellos el llamado Tercer Sector de Acción Social experimentó un fuerte desarrollo y gozó del respeto y la consideración que sus trabajadores merecen.  Y me permito preguntarle: ¿Por qué ha permitido usted que ese inmenso capital lo haya dilapidado don Cristóbal Montoro y sus más directos colaboradores en el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas?

Sr. Sánchez: en las filas del PSOE fueron Doña Matilde Fernández, Don Celestino Corbacho y Don Jesús Calderaquienes más se distinguieron en dar apoyo, respeto y facilidades a quienes llevan tantos años, dejándose en el camino lo mejor de sus vidas, en la lucha contra la marginación y la exclusión social.

Sr. Iglesias, Sr. Rivera: Ustedes no han gobernado todavía. No sabemos cómo lo harán en el ámbito del Tercer Sector de Acción Social. Es toda una incógnita para nosotros, pero, por lo que les oímos decir, les auguro una buena cosecha de votos de entre los millones de ciudadanos maltratados por la vida y que no aciertan a entender por qué el Gobierno apoya comportamientos injustificados y agresivos contra quienes gestionan, con verdadera entrega y sacrificio, la defensa de quienes más sufren en España las consecuencias de la pobreza, la enfermedad, la marginación, la ancianidad, la infancia…

Esta es una propuesta razonable

Sr. Presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP. Esta propuesta tiene en usted un principal destinatario porque usted es quien nos ha gobernado en los últimos años y su política es la que más nos afecta a los ciudadanos, aunque solo sea por razón de cercanía en el tiempo. Y el resto de los candidatos, por razones obvias, igualmente la deberían atender.

Estos días se van a desgañitar acudiendo a plazas de toros, teatros, polideportivos y cadenas de TV para ofrecernos, una vez más, sus alternativas de Gobierno. Pues bien, digan con voz firme y clara lo siguiente:

Mi partido valora y reconoce la ingente labor que realizan las ONG de acción Social en los momentos difíciles que nos ha tocado vivir. Sabemos que este año casi 500 entidades han gestionado más de 220 millones de euros procedentes de lo recaudado en la casilla del IRPF destinado a fines sociales. Igualmente (el PP, el PSOE, UNIDOS PODEMOS, CIUDADANOS. Diga cada uno aquí el nombre de su partido) sabe que más de seis millones de personas que están en riesgo de exclusión social se beneficiarán de los programas que gestionan las ONG más significativas del país. De la misma forma que sabemos que más de tres millones de voluntarios trabajan por solidaridad y altruismo en esas beneméritas organizaciones.

A todos ellos les pediré su voto el día 26 de junio con el fin de que podamos llevar a cabo nuestro programa de Gobierno que entre otras muchas cosas contempla nuestro reconocimiento y siguiente compromiso:

Declaramos que las ONG de Acción Social desarrollan un trabajo altamente meritorio e indispensable en los tiempos que nos ha tocado vivir.

Nos comprometemos a apoyarles en sus programas y proyectos hasta donde los esfuerzos presupuestarios lo permitan. Garantizando que iniciaremos una revisión al alza con el fin de atender al mayor número posible de personas necesitadas.

Manifestamos que las ONG de Acción Social son, en su inmensa mayoría, organizaciones colaboradoras del Estado, que realizan con carácter subsidiario, los trabajos que, esencialmente deberían cubrir los poderes públicos.

Reconocemos que las ONG de Acción Social, así como sus dirigentes y trabajadores no son funcionarios ni trabajadores de la Administración del Estado. En consecuencia, manifestamos que eliminaremos todas las barreras que coartan y limitan la libertad y la autonomía de estas organizaciones en el desarrollo y realización de sus programas.

El Partido (el que sea) quiere manifestar su respeto inmenso a los miles de hombres y mujeres, trabajadores de las más diversas profesiones, que hacen con su trabajo al frente de las ONG de Acción Social una tarea digna de admiración y de todo nuestro reconocimiento. En consecuencia, y dejando a salvo la obligación irrenunciable del Gobierno de garantizar la más correcta utilización de los dineros públicos, y la persecución de cualquier síntoma de corruptela, se eliminarán todas aquellas medidas innecesarias, establecidas por algunos Departamentos, que tan solo ocasionan retrasos y dificultades para la mejor realización del trabajo encomendado.

Y dicho todo esto, publicado y aireado en cuantas ocasiones tengan los líderes de dirigirse al conjunto de los españoles, ahora sí, ya pueden pedir el voto para sus respectivos partidos. Luego, si cumplen lo que aquí se dice, eso ya será harina de otro costal. Pero al menos podremos exigirles el cumplimiento de lo manifestado y prometido.

Así que ya lo saben, Sr. Rajoy, Sr. Sánchez, Sr. Iglesias, Sr. Rivera. Acepten nuestra propuesta. Incorpórenla a sus programas, y si ya no da tiempo, manifiesten públicamente su conformidad con el espíritu, ―y mejor si también lo es con la letra―, de lo que aquí proponemos.

Así, cada uno según sus preferencias, les votará con tranquilidad y confianza. Pero si se niegan, si rechazan esta razonable y justa propuesta, desde aquí ya decimos y alertamos a los millones de ciudadanos que mantienen una relación directa con nuestras organizaciones, que los partidos que son incapaces de solidarizarse con quienes luchan por conseguir una sociedad más humana y solidaria, no merecen nuestro voto.

Juan de Dios Ramírez-Heredia

Abogado y periodista
Presidente de Unión Romaní
Miembro del Consejo Estatal de ONG de Acción Social