La antorcha olímpica llega a la tierra de un pueblo indígena que se enfrenta al “genocidio”

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Los guaraníes sienten una profunda conexión con su tierra y han protestado contra su robo y destrucción. © CIMI/Survival

Está previsto que la antorcha olímpica llegue el 25 de junio a Mato Grosso do Sul, donde se teme la aniquilación de los indígenas guaraníes debido al robo sistemático de sus tierras, así como a la malnutrición, suicidios y a la brutal violencia que sufren.

La llegada de la antorcha olímpica a este estado del suroeste de Brasil forma parte de su recorrido a escala nacional antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en agosto. Está previsto que el encargado de portar la antorcha en la ciudad de Dourados, cerca del territorio guaraní, sea el indígena terena Rocleiton Ribeiro Flores.

La semana pasada un hombre guaraní fue asesinado y varios más resultaron gravemente heridos (entre ellos un niño de 12 años) durante un ataque a la comunidad indígena de Tey’i Jusu perpetrado por pistoleros de terratenientes agroganaderos.

El día previo, Survival recibió una grabación de audio a través de su proyecto Voz indígena que documentaba otro ataque armado en la comunidad de Pyelito Kuê. En otra región, la comunidad de Apy Ka’y se enfrenta a la expulsión tras la reocupación territorial de 2013.

Ahora que todas las miradas se posan en Brasil, muchos activistas esperan que los juegos olímpicos sirvan para aumentar la sensibilidad global sobre la violencia genocida, la esclavitud y el racismo que han sufrido, y sufren, los indígenas brasileños en nombre del “progreso” y la “civilización”.

En las últimas décadas, buena parte de la tierra guaraní ha sido usurpada para destructivos agronegocios, lo que les ha obligado a vivir en los márgenes de carreteras y en reservas superpobladas. Niños guaraníes pasan hambre y muchos de sus líderes han sido asesinados. Cientos de hombres, mujeres y niños guaraníes se han suicidado y el grupo de los kaiowás registra la tasa de suicidio más alta del mundo.

Damiana, una mujer guaraní, realiza una ceremonia en su tierra. Lo que antaño era una zona boscosa, ahora es una extensa hacienda.
Damiana, una mujer guaraní, realiza una ceremonia en su tierra. Lo que antaño era una zona boscosa, ahora es una extensa hacienda. © Paul Patrick Borhaug/Survival

El portavoz guaraní Tonico Benites visitó Europa recientemente para pedir acción internacional por la desesperada situación que atraviesa su pueblo y declaró a Survival: “Un lento genocidio está aconteciendo. Se está librando una guerra contra nosotros. Estamos asustados. Asesinan a nuestros líderes, esconden sus cuerpos, nos intimidan y nos amenazan (…) Si nada cambia, muchos más jóvenes se suicidarán y otros morirán de malnutrición. La impunidad de los terratenientes continuará y el Gobierno de Brasil podrá seguir matándonos.”

Los guaraníes han intentando reocupar sus tierras en múltiples intentos pero los pistoleros de los terratenientes les han acosado, intimidado y atacado.

Según el derecho internacional y la legislación federal brasileña los pueblos indígenas tienen derecho a sus tierras. Si el Gobierno se las devuelve tendrán la posibilidad de defender sus vidas, proteger sus tierras y decidir su propio futuro.

En abril, Survival International lanzó su campaña Stop al genocidio en Brasil para llamar la atención sobre las amenazas que sufren los guaraníes, la dramática situación de los indígenas aislados de Brasil, que se encuentran entre los pueblos más vulnerables del planeta, y la propuesta de enmienda constitucional PEC 215, que de aprobarse menoscabaría los derechos territoriales de los indígenas y conduciría a la fragmentación y explotación de territorios indígenas ya existentes.

A medida que la fecha de las olimpiadas se aproxima, simpatizantes de Survival por todo el mundo están presionando a Brasil para que restituya las tierras guaraníes, detenga la PEC 215 y demarque el territorio de la tribu kawahiva en aislamiento para evitar su aniquilación.

Según Stephen Corry, director de Survival International: “Este es, sin duda, el ataque contra los derechos de los pueblos indígenas más grave y prolongado que ha acontecido en Brasil desde el final de la dictadura militar, y se está precipitando. Los medios de comunicación se han centrado en la crisis política ante la inminente llegada de los juegos olímpicos, pero apenas se ha hablado sobre la aniquilación sistemática de los pueblos indígenas de Brasil que se produce mediante la violación de sus derechos territoriales. Fue el genocidio de los pueblos indígenas de Brasil lo que motivó la creación de Survival en 1969, y desde entonces se ha avanzado enormemente. Ahora, casi medio siglo después, el genocidio vuelve a estar sobre la mesa.”