Estos días, los niños y niñas de todo el mundo se preparan para volver a la escuela. Entre ellos hay casi medio millón de estudiantes refugiados de Palestina que viven en Jordania, Líbano, Cisjordania, la franja de Gaza y Siria, pero la mayoría de estos niños van a regresar a las aulas en situaciones muy difíciles de inestabilidad, conflictos y miedo.
Es el caso, por ejemplo, de Rama, de 10 años. El curso pasado no pudo ir a clase por los enfrentamientos. “Nos sentimos muy infelices”, dice. Pero ahora está ilusionada porque en el curso 2013/2014 sí podrá volver a la escuela, a pesar de que más del 50% de las centros escolares de UNRWA en el país permanecerán cerrados por la violencia. Y junto a ella, más de 22.400 estudiantes en toda Siria, un tercio de los niños y niñas refugiados de Palestina que hay en el país.
Muchos de los amigos y compañeros de Rama han tenido que huir de Siria. “No sé cuándo o donde les veré de nuevo”. Desde UNRWA estamos haciendo todo lo posible por defender y asegurar este derecho fundamental para los más pequeños, que al llegar a los países de acogida tienen que empezar de cero, con nuevos planes de estudio, nuevos sistemas y una falta total de estabilidad en sus vidas.
• En Líbano y Jordania, nuestros maestros se esfuerzan por integrar a los niños y niñas que han huido de Siria;
• En Siria, los profesores arriesgan su propia vida para seguir impartiendo sus clases, dejando a un lado el miedo;
• En Gaza, los maestros y los psicólogos de UNRWA trabajan con los pequeños que sufren trastornos postraumático derivados del bloqueo que se mantiene sobre la Franja y la última ofensiva, que tuvo lugar en noviembre de 2012;
• En Cisjordania, el Muro, la demolición de viviendas y los desplazamientos continuos marcan la vuelta a la escuela de los estudiantes, una realidad que tanto sus padres como los profesores de UNRWA les ayudan a superar.
A pesar del recrudecimiento de la crisis, desde UNRWA estamos haciendo todo lo posible por defender y asegurar el derecho a la educación de los más pequeños.
Los niños y niñas refugiados de Palestina necesitan tu ayuda
























