No habrá paz sin acabar con el hambre

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©FAO/ Sonia Nguyen

En la conferencia de Kenia, el Director General de la FAO destaca el papel de la agricultura en la prevención de conflictos y en facilitar la recuperación posterior

La seguridad alimentaria y la agricultura desempeñan un papel esencial en la prevención de los conflictos y las crisis en el continente africano, atenuando su impacto y actuando como motores para la recuperación en la fase posterior.

Este ha sido el mensaje principal que el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, dirigió hoy a los líderes africanos y los actores internacionales de desarrollo reunidos en Nairobi, Kenia, en uno de los encuentros más destacados que existen sobre el desarrollo en África.

«Acabar con el hambre y la malnutrición, hacer frente a las crisis humanitarias y prolongadas, prevenir y solucionar los conflictos y consolidar la paz no son tareas separadas, sino tan solo aspectos diferentes de un mismo desafío», señaló Graziano da Silva al intervenir en un evento paralelo organizado por la FAO sobre «Paz y seguridad alimentaria» en el marco de la 6ª Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África (TICAD VI, 26-28 de agosto de 2016),

El Director General de la FAO figuraba entre las delegaciones de alto nivel que asistieron hoy a la ceremonia inaugural de la TICAD VI, con la presencia del Presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta y del Primer Ministro de Japón, Shinzo Abe. El encuentro, -que reúne entre otros a responsables de las políticas, organismos de la ONU e instituciones financieras- tiene como objetivo promover el diálogo sobre políticas de alto nivel entre los líderes africanos y sus socios y movilizar apoyos para iniciativas de desarrollo que estén promovidas por la propia África.

El vínculo entre la prevención de conflictos y el desarrollo es de particular importancia en la región, que alberga casi el 60 por ciento de las misiones de paz activas de la ONU. Y aunque los conflictos armados en África en su conjunto han disminuido en los últimos años, esta tendencia ha sido desigual a través del continente.

«Gran parte del trabajo de la FAO se centra en promover el desarrollo sostenible y la creación de resiliencia en las poblaciones rurales», aseguró Graziano da Silva, citando ejemplos concretos de países donde el apoyo a la agricultura ayudó a garantizar la transición de la guerra a una paz sostenible, como es el caso de Angola y la República Democrática del Congo.

«Apoyando a la agricultura y el desarrollo rural -añadió- ayudamos a crear puestos de trabajo, a tener ingresos e impulsar el empleo juvenil. Esto puede ayudar a prevenir la migración forzada y la radicalización, así como a mitigar las disputas por unos recursos agotados».

No habrá paz sin liberarse del hambre

En la República Democrática del Congo, la FAO ha trabajado con sus socios en el programa de desarme, desmovilización y reintegración (DDR) de antiguos combatientes, proporcionándoles habilidades, conocimientos y materiales agrícolas: un método de probada eficacia para disminuir el riesgo de que los ex combatientes se reintegren en milicias, una vez que cuentan con acceso a alimentos y a actividades que les generan ingresos.

Graziano da Silva subrayó las muchas oportunidades de reproducir esta estrategia en otras situaciones de post-conflicto y destacó recientes conversaciones con los líderes de la República Centroafricana destinadas a situar a la agricultura en la base de la recuperación del país, aportando seguridad alimentaria y empleos para los jóvenes rurales.

«La prevención y resolución de conflictos -dijo- requieren condiciones seguras y resilientes que cubran las necesidades de la población rural, tanto a nivel de nutrición como de medios de vida».

En otros dos ejemplos, la FAO y sus asociados trabajan en Etiopía, Kenia y Somalia para apoyar el uso pacífico de los recursos naturales y evitar la propagación de enfermedades animales transfronterizas, mientras que en el Sahel, el pastoreo y el empoderamiento económico de las mujeres rurales son parte central de hoja de ruta del organismo de la ONU para incrementar la resiliencia en la región.

La seguridad alimentaria, unos medios de vida estables y la paz son interdependientes, según Graziano da Silva, en referencia a las palabras de los fundadores de la FAO, que defendían que «Progresar para librarse de la pobreza es esencial para una paz duradera».

Presentación de una nueva iniciativa sobre nutrición

En este contexto, la FAO da también la bienvenida a la puesta en marcha hoy en la TICAD de la Iniciativa para la Seguridad Alimentaria y Nutricional en África (IFNA), con el fin de acelerar los esfuerzos internacionales para aliviar el hambre y la malnutrición en el continente.

Durante los últimos 25 años, la proporción de africanos que sufren hambre disminuyó del 28 al 20 por ciento, a pesar del crecimiento demográfico: un logro que puede atribuirse en gran parte al alto nivel de compromiso de los líderes del continente a la hora de abordar esta cuestión.

La nueva iniciativa, desarrollada por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y lanzado oficialmente por el vicepresidente de Kenia, William Ruto, pretende aprovechar estos logros con proyectos inclusivos, centrados en las personas y que empoderen a las mujeres y reúnan a la vez a los sectores agrícola, sanitario, educativo y al sector privado para ayudar a construir comunidades más resilientes en África. Con la colaboración de organizaciones regionales como la Nueva Alianza para el Desarrollo de África (NEPAD).

La FAO considera a la IFNA como un impulso a los esfuerzos para implementar en África las recomendaciones de la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2) a través de laDeclaración de Roma y el Marco de acción. Para promover la adopción de las recomendaciones de la CIN2, la FAO colabora con la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y otros socios del Comité Directivo de la CIN2.

La TICAD -que tiene lugar cada cinco años- está coorganizada por el Gobierno de Japón, la Oficina del Asesor Especial para África de las Naciones Unidas (ONU-OSAA), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Comisión de la Unión Africana (AUC) y el Banco Mundial.

La edición de este año es la primera en que la conferencia tiene lugar en suelo africano. La FAO recibió el encargo de los organizadores la TICAD para liderar el tercer tema principal de la conferencia: «Promover estabilidad social para una prosperidad compartida».