Tras la recuperación de un tercio de Alepo por parte de las tropas gubernamentales sirias
Aldeas Infantiles SOS y 77 organizaciones de la sociedad civil se unen para reclamar a la Comisión Europea y a los estados miembros de la Unión Europea un plan de acción que asegure la protección de los niños migrantes y refugiados. Así lo han manifestado hoy, durante el Foro Europeo sobre los Derechos del Niño, que comienza este martes en Bruselas, en la declaración conjunta “Los niños no pueden esperar”.
En ella, las 78 organizaciones reclaman estas siete medidas:
- Reformar la legislación sobre asilo para mejorar la situación de los niños refugiados y solicitantes de asilo.
- Dar prioridad a los niños en todas las políticas migratorias y de asilo.
- Incrementar la financiación para fortalecer los sistemas de protección infantil.
- Ayudar a los niños refugiados y migrantes en todos los ámbitos.
- Proteger a los niños en las fronteras.
- Mejorar los sistemas de recogida y utilización de datos sobre los niños migrantes y refugiados.
- Adoptar un Plan de Acción europeo para todos los niños refugiados y migrantes
“Estamos uniendo fuerzas con más de setenta organizaciones para instar a la acción de la UE, en cooperación con la sociedad civil, para que todos los niños disfruten de sus derechos y puedan desarrollar todas sus capacidades con independencia de su estatus migratorio o el de sus padres”, explica Pedro Puig, presidente de Aldeas Infantiles SOS de España.
Según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, hay cerca de 60 millones de personas en todo el mundo que han huido de sus hogares a causa de conflictos, crisis o catástrofes, y más de la mitad son menores de 18 años. Además, se estima que un número creciente de niños han sido separados de sus padres o están en riesgo de estarlo. Del millón de solicitudes de asilo que recibió la Unión Europea en 2015, cerca de 90.000 procedían de niños no acompañados.
Desde que la crisis de los refugiados en Europa se agravase en 2015, Aldeas Infantiles SOS ha apoyado a miles de familias desplazadas a causa del conflicto sirio, proporcionando ayuda humanitaria en el terreno en al menos catorce países. Más de 1.100 niños solos o separados de sus familias han recibido cuidados en sus centros de atención temporal; trece Espacios Amigos de los Niños han sido creados para proporcionarles un entorno seguro y protector; se han distribuido miles de paquetes de comida, ropa y artículos de higiene; y se ha facilitado atención psicológica y otros servicios que incluyen información y facilidades para la comunicación a niños desplazados y a sus familias.
“Durante su viaje hacia Europa, los niños se enfrentan a la separación de sus familias, la explotación, la detención y la falta de acceso a los servicios básicos. Es una prioridad proteger sus derechos, consagrados en el derecho internacional y en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, que todos los países de la UE están obligados a respetar”, asegura Pedro Puig.
“Continuamos en Alepo a pesar del recrudecimiento del conflicto”
Tras las dos semanas más sangrientas que se recuerdan en Alepo desde el inicio de la guerra y la intensificación de los ataques contra civiles, las fuerzas gubernamentales de Bashar al Asad se apoderaron ayer de los distritos nororientales de Hanano y Shajur.
Millones de refugiados sirios están viviendo una de las mayores crisis humanitarias de los últimos años, dejando a su paso una generación de niños expuesta a la guerra y a la violencia. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos estima que hasta septiembre de 2016 la cifra de muertos en el país era de más de 300.000 y que casi cinco millones de personas habían salido de sus fronteras.
“A pesar del recrudecimiento del conflicto en Alepo, continuamos ayudando a preparar comida para las familias y dando clases a los niños. Y mientras que nos sea posible, continuaremos haciéndolo. Ayudarles a prepararse para el invierno es nuestra máxima prioridad ahora”, comenta un trabajador de Aldeas Infantiles SOS en la ciudad.
Con el invierno a punto de comenzar y unas temperaturas que alcanzan ya los cero grados centígrados por la noche, muchos sirios se ven obligados a sobrevivir en edificios dañados por más de cinco años de guerra. Las lonas han sustituido a las ventanas, la electricidad es escasa y el gas es cada vez más difícil de encontrar en ciudades como Alepo.
Los profesionales de la organización en el terreno están trabajando para:
- Proporcionar un plato de comida caliente a 15.000 personas al día, durante cinco días a la semana. Se estima que Aldeas también está abasteciendo de agua a unas 700 familias.
- Alrededor de 500 niños cuya educación habitual ha sido interrumpida han estado asistiendo a clases de carácter informal. La organización ha rehabilitado diez aulas y está trabajando en la reconstrucción de otras diez.
- Encontrar un nuevo almacén en el que guardar ropa de abrigo, ropa de cama y otros artículos para distribuir en invierno. El equipo de Aldeas está evaluando también las necesidades de la zona para priorizar la distribución de los paquetes de invierno a 500 familias. Cada una recibirá cinco colchones, almohadas y mantas de lana, además de ropa interior, abrigos, guantes, gorros y bufandas.
“Deseamos ayudar a todas las familias desplazadas”, señala el compañero de Alepo. “Pero es muy difícil decidir qué familia mantener en la lista de beneficiarios y cuál excluir”. Por eso, con el fin de que el mayor número posible puedan recibir estos kits de invierno, desde España, Aldeas Infantiles SOS ha lanzado una campaña para recaudar fondos. El objetivo es claro: seguir proporcionando asistencia médica, refugio y alimentos a las familias sirias que más lo necesitan.
Hashtag del Foro Europeo sobre los Derechos del Niño: #EUchildforum