La distribución de semillas de emergencia en Haití permite sembrar para la cosecha de invierno

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©FAO/ Justine Texier

El huracán Matthew golpeó con dureza al sector agrícola y 1,4 millones de personas necesitan ayuda alimentaria

Sin tiempo que perder para lograr salvar la cosecha de invierno tras el paso por Haití del huracán Matthew, la FAO ha comenzado una distribución de emergencia de semillas y aperos agrícolas para que las familias afectadas por el desastre puedan producir alimentos y restablecer sus medios de subsistencia perdidos en la mayor crisis humanitaria del país desde el terremoto de 2010.

El huracán Matthew impactó en octubre durante la segunda temporada principal de recolección en Haití, causando pérdidas a la agricultura de 580 millones de dólares EEUU, en un duro golpe a la seguridad alimentaria del país caribeño.

La agricultura familiar -una de las principales fuentes de alimentos para la mayoría de los haitianos- resultó muy afectada, ya que el huracán arrasó el 90 por ciento de la cosecha.

La última evaluación de seguridad alimentaria, realizada justo después del paso del huracán, mostró que cerca de 1,4 millones de personas necesitan ayuda alimentaria. De esta cifra, más de 800 000 personas necesitan con urgencia alimentos, y unas 600 000 viven exclusivamente de la agricultura.

En las zonas más dañadas -incluyendo los departamentos de Grand’Anse y partes de Nippes y de Sud- más del 75 por ciento de la población trata de reponerse de los efectos del huracán, ya que los medios de vida basados en la agricultura, la ganadería y la pesca resultaron casi por completo destruidos .

«Matthew no sólo acabó con la última cosecha, sino que también comprometió la próxima temporada de siembra y la capacidad del país para alimentarse. Por eso es tan importante actuar ahora y con firmeza», aseguró Nathanael Hishamunda, Representante de la FAO en Haití. «Estas comunidades –añadió- necesitan apoyo urgente para evitar que adapten estrategias de supervivencia que les hagan caer en un círculo vicioso de dependencia, incluyendo el alimentarse con las semillas destinadas a producir las futuras cosechas».

Para atender las necesidades alimentarias tanto inmediatas como a largo plazo, la FAO colabora con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que proporciona ayuda alimentaria a las mismas familias que reciben semillas de emergencia de la FAO para la siembra. Así se garantiza que las familias campesinas puedan usar las semillas distribuidas para producir hortalizas y restablecer sus medios de subsistencia y alimentar a sus comunidades en los próximos meses.

La FAO comenzó semana pasada -en presencia del ministro haitiano de Agricultura, Pierre Guito Laurore – a distribuir suministros de emergencia a unas 22 500 personas en Marfranc, una de las zonas más afectadas del departamento de Grand’Anse. Aquí se distribuyeron 15 toneladas de semillas que producirán cerca de 75 toneladas de frijoles verdes y 90 toneladas de frijoles de Lima para las familias afectadas por el huracán. Estos cultivos de ciclo corto son ideales en emergencias, ya que proporcionan alimentos rápidamente. En un esfuerzo por reiniciar la producción de batata, las comunidades agrícolas se beneficiarán además de la distribución de más de 2,2 millones de esquejes de batata para plantar en la temporada de invierno.

En conjunto, la intervención de emergencia de la FAO para la temporada de cultivos básicos de invierno y los cultivos hortícolas de ciclo corto habrá alcanzado, a mediados de diciembre, a 25 050 hogares –unas 125 250 personas- en los departamentos más afectados de Haití, incluyendo 5 400 familias en Grand’Anse, 15 150 en Sud, 2 000 en Nord-Ouest, 1 500 en Artibonite y otras 1 000 en Sud-Est y Ouest. La FAO presta también ayuda inmediata a 1 500 familias de pescadores y a 2 000 familias de pastores.

Plan de apoyo a largo plazo

La temporada agrícola de primavera en Haití, que comienza en abril de 2017, resultará crucial. Esta temporada supone tradicionalmente el 60 por ciento de la producción agrícola anual y es la principal fuente de alimentos para las familias rurales a lo largo del año. Para garantizar su éxito, la FAO proporcionará semillas y aperos, así como transferencias de efectivo, capacitación técnica y servicios de extensión. Otras iniciativas apoyarán la rehabilitación de los mercados y fortalecerán las cadenas de valor del mercado local. Este mismo apoyo se ampliará a los propietarios de ganado y a los pescadores que han perdido sus activos y capacidad productiva, asegurando que se apoya de forma equitativa a los hombres y mujeres afectados.

Muchos ganaderos perdieron sus animales en el huracán y con ellos una importante fuente de leche, carne e ingresos. La destrucción de pastizales, por otro lado, limita la disponibilidad de alimentar al resto del ganado. En respuesta, la FAO planea vacunar y tratar a los animales, repoblar los rebaños y ayudar a los ganaderos a producir forraje para mantener sus animales sanos y productivos.

La FAO distribuirá también equipamiento pesquero, como sedales y anzuelos, motores y artes de pesca, a los pescadores que han perdido sus medios de subsistencia en el huracán.

Necesidades de financiación

De los 9 millones de dólares EEUU que la FAO necesita para prestar ayuda inmediata a 300 000 personas afectadas por el paso de Matthew, faltan todavía 5,6 millones de dólares para aportar apoyo inmediato a la agricultura, la ganadería y la pesca.

Para apoyar la recuperación a largo plazo y la resiliencia de las comunidades agrícolas de Haití, la FAO ha elaborado un plan de respuesta de 12 meses dirigido a 600 000 personas en situación de grave inseguridad alimentaria. De los 30 millones de dólares EEUU necesarios para financiar este plan, sólo se han recibido hasta la fecha 1,5 millones.

«Existe un dicho criollo en el departamento de agricultura –Agrikilti-un kapab fè goud la gen plis vale – que significa que la agricultura tiene el potencial para impulsar la economía de Haití y su moneda. Y necesitamos que la comunidad internacional se una a nosotros para ayudar a los agricultores a aprovechar ese potencial», concluyó Hishamunda.