
El 16 de octubre de 1945, mientras el mundo se recuperaba del periodo más convulso y trágico de su historia, nacía en Quebec (Canadá) la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La creación de esta iniciativa da pie a la celebración del Día Mundial de la Alimentación, que este año 2017 centra sus esfuerzos en la migración y en el desarrollo rural, bajo el lema #HambreCero.
La FAO, en su informe “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2015” asegura que el 10’9% de la población mundial pasa hambre. Eso significa que hay más de 796 millones de personas en situación de pobreza, incapaces de alcanzar un nivel de vida digno.
Este índice de pobreza, pese a haber disminuido un 8% en los últimos 15 años, sigue siendo uno de los principales desafíos a los que se enfrenta la sociedad actual. Y no solo eso, ya que la pobreza, inducida en muchos casos por los conflictos bélicos, implica la migración a otros territorios o países, aumentando así la brecha socioeconómica entre la región de emisión y la de recepción.
Según la FAO, durante el año 2015, 1 de cada 7 personas en el mundo eran migrantes. El hambre, la pobreza, el cambio climático y los conflictos son las principales causas que impulsan a las personas a cambiar de residencia en busca de una mejor calidad de vida. Es por ello que el lema para este año va dirigido a ellos: “Cambiar el futuro de la migración. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural”.
El propósito de la FAO reside en intentar regular los flujos migratorios y en que los migrantes no vean la única esperanza de mejora fuera de sus países. Tres cuartas partes de las personas en situación de pobreza están vinculadas a la economía agrícola o rural. Por lo tanto, fomentando el desarrollo rural desde los países subdesarrollados, se puede conseguir que la población pueda generar economía y mejorar su calidad de vida.
Es decir, siempre que no suponga un riesgo para la población, la FAO procura potenciar el desarrollo rural desde los países en situación de pobreza, con el fin de crear sociedades resilientes, en las que la única alternativa de mejora no implique dejar su hogar y empezar de cero.
Bajo el lema #HambreCero, se pretende crear una cooperación ciudadana en la que todos podamos colaborar, con el objetivo de ser la primera generación capaz de erradicar el hambre del planeta. Y para ello, la FAO trabaja con gobiernos, organismos de las Naciones Unidas y sectores privados, para fortalecer la capacidad de desarrollo de los países más necesitados y de contribuir por la igualdad.
Humania celebra el Día Mundial de la Alimentación y secunda las iniciativas planteadas con el fin de conseguir un mundo de iguales, en el que nadie pase hambre y en el que todos partan con las mismas posibilidades.