El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) exhortó a una acción internacional concertada para preservar la institución del asilo mientras se buscan maneras de hacer frente a las migraciones irregulares.
António Guterres inauguró ayer la reunión anual del Comité Ejecutivo del ACNUR, que se extenderá hasta el próximo día 6 de octubre.
Indicó que en momentos en que la intolerancia aumenta, impulsada por los problemas de seguridad y la confusión de la opinión pública entre migrantes y refugiados, es necesario restituir la confianza en los sistemas de asilo.
Se están produciendo hechos críticos, muchos de los cuales son deliberadamente alentados por el populismo tanto en lo político como en los medios de comunicación, que nos están llevando por el camino equivocado, advirtió Guterres.
La preservación del derecho de asilo, explicó, significa oponerse a toda forma de retorno forzado de refugiados y asegurar el respeto por las leyes internacionales que no pueden ser reemplazadas por legislación nacional, tratados de extradición o redefinidas por acuerdos bilaterales.
El Alto Comisionado afirmó que ACNUR se encuentra en un momento crucial debido a los desafíos internos y externos que afronta. Uno de ellos es su contribución a la protección conjunta de unos 24 millones de desplazados internos.
La agencia de la ONU ha logrado asistir al retorno voluntario de unas 300.000 personas en esa situación.
Guterres destacó que el presupuesto con el que cuenta, alrededor de mil millones de dólares por año, no alcanzan para ayudar a los refugiados que esperan ser repatriados o proveer tratamiento médico básico.