Madrid, 14 de febrero de 2008. Cuando se cumplen seis meses del terremoto de 7’9 en la escala Richter que el pasado 15 de agosto se cobraba la vida de 519 personas en Perú, dejando casi 90.000 familias damnificadas, las autoridades aún no han comenzado las labores de reconstrucción. No en vano se trata de una zona de tradicional exclusión, de población desplazada en su mayoría por la violencia política que vivió el país en la década de los años 80.
Ayuda en Acción, con la colaboración de cientos de españoles y peruanos, fue una de las primeras organizaciones en llegar a la zona con ayuda de emergencia para cubrir las necesidades más inmediatas de 16,740 familias damnificadas (unas 83,700 personas aproximadamente) en los distritos iqueños de Salas-Guadalupe, Ocucaje, Santiago y San José Los Molinos, una tarea que fue posible gracias al apoyo de 533 organizaciones de base. Con ellos se distribuyó comida, ropa, colchones y plásticos, priorizando las necesidades de los niños, mujeres y colectivos más vulnerables.
Tras esa primera fase de emergencia, ahora se da un paso adelante y Ayuda en Acción ha puesto en marcha un plan de construcción de 400 viviendas en los distritos de Santiago, Cocucaje y Los Molinos, los más afectados del departamento de Ica. Serán casas especialmente diseñadas para soportar posibles desastres, realizadas con material noble antisísmico y ubicadas en zonas declaradas como ‘seguras’ por las autoridades de Defensa Civil. Se trabaja en este momento con el gobierno regional y las municipalidades en la realización de estudios de suelo post-terremoto para determinar qué zonas son las más adecuadas para iniciar las obras cuanto antes. Según el director de Ayuda en Acción Perú, Juan Ignacio Gutiérrez Fuente “Contamos ya con un número importante de familias que cumplen todos los engorrosos requisitos que exigen las autoridades, lo cual nos permite iniciar los trabajos de reconstrucción de viviendas, que serán de dos pisos y 70 metros cuadrados, para poder cumplir lo que nos propusimos hacer del desastre: Una oportunidad de vida digna". La construcción demandará una inversión superior al millón y medio de euros y se prolongará hasta el año 2010.
La construcción demandará una inversión superior al millón y medio de euros y se prolongará hasta el año 2010.
A estas tareas se suma el reto de fortalecer las capacidades de las familias para convertir las consecuencias del terremoto en nuevas oportunidades de desarrollo y, del mismo modo, favorecer una cultura de prevención que evite nuevas tragedias. Según Javier Moreno, voluntario de Ayuda en Acción recién aterrizado del Perú “el papel de las ONG está siendo crucial en la zona en medio de un escenario desolador de miseria sobre miseria”.
EL TRABAJO DE AYUDA EN ACCIÓN EN CIFRAS TRAS EL TERREMOTO
6,740 familias apoyadas, más de 231 toneladas de víveres entregados, 17.611 litros de agua embotellada, 124.000 litros de agua en cisterna tratada mediante 3.000 pastillas clorificadoras, 127.400 unidades de medicamentos entregados, 3.602 atenciones de salud, 1.745 colchones, 1.000 buzos para niños y niñas, 1.540 mantas, 2.043 esteras, 2.470 metros de plástico, 5 toneladas de ropa donada, 1.100 bidones para almacenar agua, 4 plantas potabilizadoras de agua (capacidad total 120,000 litros/día), 19 actividades de apoyo psico-social para niñas, niños y adolescentes (más de 6,000 asistentes).
Ayuda en Acción, que nació con el fin de favorecer cambios estructurales para la erradicación de la pobreza y la injusticia en el mundo, trabaja desde hace 26 años junto a las comunidades más desfavorecidas; 26 años que han hecho posible que hoy contemos con más de 190.000 colaboradores, gracias a los que trabajamos, en 108 programas de desarrollo que benefician a más de tres millones de personas en 20 países de Asia, África y América.
























