Madrid (España) La Reunión de Alto Nivel para la Seguridad Alimentaria se cierra con pocas soluciones concretas para mil millones de personas con hambre, según la Coordinadora ONGD-España

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Si en algo se han puesto de acuerdo los asistentes a la Reunión de Alto Nivel es en reconocer el fracaso de la comunidad internacional para atajar el hambre que ha llegado a límites extraordinariamente graves. En casi todo lo demás, la falta de consensos y de voluntad política ha llevado a dejar abiertos los procesos necesarios para combatirlo de manera urgente y eficaz.

La Reunión se convocaba con dos objetivos: revisar el grado de avances desde la última cumbre contra el hambre de Roma y conseguir crear una Alianza Global para la Agricultura y la Seguridad Alimentaria.

En el primer punto hay que decir que pocos avances se han hecho desde junio, con una crisis financiera global de por medio. Pero es que pocos han sido además los países que han anunciado nuevas partidas presupuestarias ni otras medidas concretas para avanzar en la lucha contra el hambre. Medidas que aborden las causas estructurales del problema y que para la Coordinadora ONGD-España necesariamente tienen que pasar por aspectos como:

• el planteamiento del hambre desde el enfoque de derechos y fundamentalmente desde el derecho a la alimentación

• el respeto a la soberanía alimentaria, es decir, al derecho de los pueblos a definir sus políticas de producción, distribución y consumo de alimentos

• la imprescindible participación de la sociedad civil en el diseño e implementación de políticas contra la pobreza

• la necesidad de abordar la situación urgente de las personas más perjudicadas por la desnutrición, especialmente de mujeres y niños/as

• la garantía de impulsar la agricultura asegurando la sostenibilidad ambiental

• la inclusión de todos los procesos y decisiones en un marco global de coherencia de políticas, especialmente en campos como deuda, comercio o migraciones

• la necesidad de que el sistema internacional aborde este problema desde la total transparencia y la rendición de cuentas

En cuanto al segundo punto, la falta de consenso sobre la forma, liderazgo y naturaleza de la Alianza ha llevado sólo a anunciar la apertura de un proceso consultivo que permita definir mejor ese futuro espacio. La Coordinadora ONGD-España espera que esa decisión no implique duplicar instancias existentes sino mejorar la eficacia del sistema de agencias de Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura a través de una reforma profunda que conlleve mayor coordinación, contando con la participación plena de la sociedad civil y sin que las grandes empresas tengan poder de decisión.

La Coordinadora dará seguimiento a lo que dé de sí este proceso y, por supuesto, también al anuncio del presidente Zapatero de convertir la lucha contra el hambre y la pobreza en una de sus prioridades durante la próxima presidencia española de la Unión Europea.