Filipinas: llamamiento urgente de ayuda de emergencia para los desplazados en Mindanao

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Apenas unos días antes de Navidad, las vacaciones y esperanzas para el nuevo año de más de 100.000 familias quedaron ahogadas por las inundaciones que arrasaron la costa norte de Mindanao, Filipinas.

Un mes después, la tormenta tropical Washi (o Sendong, en Filipinas) dejaba el país devastado con más de 1.200 desaparecidos.

«Mi esposa y yo trepamos a un árbol mientras veíamos como un enorme tronco se llevaba nuestra casa», contó Rolando Wabe a JRS en una entrevista realizada en el centro de evacuación del Barangay (barrio) de Canitoan.

La tormenta destruyó más de 10.000 casas y desplazó a más de 300.000 personas, principalmente en las ciudades de Iligan y Cagayán de Oro. Según los últimos informes de la ONU, al menos 176 personas siguen desaparecidas.

El JRS ha realizado una rápida valoración de necesidades y se ha comprometido a trabajar con aquellas personas que no reciben ayudas de otras ONG.

Necesitamos su ayuda

Si bien el personal del JRS en Filipinas está haciendo todo lo que está en su mano, no pueden hacerlo solos. El JRS requiere de asistencia internacional para responder a las necesidades de los miles de nuevos desplazados. Llevará tiempo que los afectados por las inundaciones se recuperen y puedan reanudar sus vidas con normalidad.

Con sólo 300 dólares, se puede suministrar a una familia lo necesario para construir su propia casa provisional.

«La distribución de la ayuda sigue siendo insuficiente y desigual; el enfoque debe pasar de los que están en los centros de evacuación a los desplazados que se encuentran fuera de ellos, a las comunidades de acogida y a las personas que se encuentran en áreas aisladas», dice un informe de la ONU.

«Queremos ir a un lugar más seguro», rogaba una mujer que vivía temporalmente en los terrenos de una iglesia, después de que su casa fuera arrasada en Iponan, otro barangay (barrio) en las afueras de la ciudad. 

En los meses venideros, las familias comenzarán a abandonar los centros de evacuación y a construir refugios temporales antes de poder encontrar alojamientos definitivos. Con su ayuda, estas familias vivirán en un lugar seguro y estarán un paso más cerca de tener un hogar.

«Si bien es bueno estar en estos centros de evacuación porque pueden conseguir alimentos de los grupos que los visitan, han pedido que les ayude a levantar alojamientos provisionales», dijo un jefe de aldea.

Qué puede hacer para ayudar

La misión del JRS es servir a quienes se encuentran en los márgenes de la humanidad, y nosotros nos hemos dedicado a atender a las comunidades desplazadas. El JRS invita a todas aquellas personas que quieren expresar su solidaridad con los desplazados en Mindanao a llevar a cabo las siguientes acciones:

Ofrecer donaciones

Enviar voluntarios

Confiamos que con su apoyo muchas de estas familias podrán regresar a sus hogares lo más pronto posible.