A pesar de los avances, la discriminación de género persiste en los sistemas educativos. Hoy más de 55 millones de niñas continúan sin escolarizar por diversas causas sociales, culturales y económicas, ya que más de un 60% de los países no ofrecen un acceso equitativo a la educación.
No obstante, Jesmin, Runa, Shadia y Fatema, cuatro chicas de Korail, el barrio marginal más poblado de la capital de Bangladesh, Dhaka, son el ejemplo de que es posible cambiar esta realidad. A pesar de las dificultades en su entorno familiar y social –en la mayoría de ocasiones las niñas solo cuentan con dos alternativas: casarse o trabajar– han conseguido continuar sus estudios. Con esfuerzo y tesón han sacado las mejores notas en los exámenes que marcan el final de la secundaria y ahora se encuentran a las puertas de la universidad, «para una niña ir a la escuela es muy difícil, los padres dicen que las chicas no necesitamos educarnos, pero yo no estoy de acuerdo, para mí es un reto. Ahora quiero ir a la universidad”, afirma Shadia.
Entre las tareas pendientes para escolarizar a todas las niñas, figuran la reforma de las leyes, los planes de estudio, la formación de docentes y la alfabetización. En Bangladesh, apenas la mitad de las niñas en edad de comenzar la secundaria lo hacen. El matrimonio precoz –2 de cada 3 niñas son casadas a edades tempranas, muchas veces antes de cumplir los 12 años– y el embarazo durante la adolescencia obligan a muchas a abandonar sus estudios. Además, en el país existen alrededor de 4.500 barrios marginales en los que no hay escuelas gubernamentales.
Jesmin, Runa, Shadia y Fatema tienen claro que la educación supone tener la oportunidad de tomar el control de su vida, disfrutar de independencia económica y decidir su futuro; pues les otorga conocimiento, aptitudes y confianza en sí mismas. Por ello, además de continuar su formación, también ayudan a otras niñas de su comunidad. “Soy tutora de una niña que va a sexto grado, tiene 12 años y sus padres quieren casarla. Hablé con ellos e intenté hacerles ver que el matrimonio infantil no era correcto”, comenta Runa.
Actualmente más de 8.000 niños y niñas de Dhaka acuden a las clases de primaria en alguna de las 40 escuelas de Intervida, 5 de ellas ubicadas en los slum de Korail, Bashbari, Hazaribag, Shampur y Nayanagar. El objetivo del programa debecas ELLA, puesto en marcha a comienzos de este año, es lograr el paso a secundaria de 1.000 niñas bangladeshíes.
Sobre Intervida
Intervida es una ONG internacional de cooperación al desarrollo y sensibilización social que actúa localmente con las comunidades para promover el cambio social sostenible a través de la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones vulnerables, en especial de la infancia, e incidiendo en las causas de la pobreza y las desigualdades.





















