
Desde Angola, recibimos, con motivo del Día Mundial del Sida, el testimonio de Mariana, una mujer que, gracias al apoyo que está recibiendo en el Hospital de Balombo, ha aprendido a convivir con el sida.
El mundo de Mariana se tiñó de negro cuando supo que estaba infectada por el virus del VIH. El acceso al tratamiento con antirretrovirales y el saber que se puede vivir con sida, han devuelto el color a sus días.
Mi historia es como la de otras muchas mujeres de Angola
“Mi historia no tiene nada de especial…. Es como las de otras muchas mujeres de Angola. Con 15 años tuve un novio, pensé que me quería mucho, pero después, cuando quede embarazada, se fue a Luanda… Yo dejé los estudios y comencé a vender en la plaza. Aquí la vida no es fácil y, cuando el negocio no va bien, piensas que tienes un hijo al que cuidar y alimentar, y bueno… no quiero justificarme, pero encontré otro hombre con el que pensé que podría ser feliz y crear una familia. Él ya tenia dos esposas, yo era la tercera, pero incluso así, acepte. Me quede embarazada otra vez. Todo parecía ir bien, él venia algunos días a casa, me daba algo de dinero…
Hacia el quinto mes de embarazo comencé a sentirme mal, tenía fiebre todos los días, dolor de cabeza, cansancio, a veces, incluso dificultad para respirar. Fui a consulta en el hospital y, tras hacerme las pruebas, me dijeron que tenía tuberculosis. ¡¡Fue tan duro!!
Estando ingresada en el Centro de Tuberculosis me realizaron la prueba de VIH, y salió positiva. En busca de apoyo, lo conté en casa y la familia me rechazó. Comenzaron a no venir a verme, tenían miedo… En un principio, mi esposo pareció entenderlo, pero, después, cada vez eran más las excusas para no visitarme, hasta que me dejó definitivamente. Estaba desesperada, sentía mucho miedo y mucha angustia. Incluso en algún momento pensé suicidarme…
Pero, gracias al apoyo del equipo del Hospital, conseguí superar la situación. Poco a poco fui aceptando mi realidad. Saber que contaba con un apoyo a todos los niveles, que recibiría la medicación necesaria para que mi bebé no se infectara por la enfermedad… todo esto me fue tranquilizando.
Gracias a Dios y a ustedes, cuando mi pequeño Faustino nació, pudo tomar leche maternizada, y medicación para prevenir la infección del sida, después otro jarabe para evitar infecciones que pudieran amenazar la salud y la vida de mi bebe, ( así me explicaron en el Hospital )… A mí también me apoyaron con medicación, y leche, ….conseguí recuperarme de la tuberculosis , mejorar mis defensas y disminuir el virus en la sangre. Poco a poco recobre la esperanza, las ganas de vivir y seguir luchando por mis hijosj.
Actualmente, hago mi vida normal. Me encuentro bien, feliz de vivir y de disfrutar de mis hijos. ¡¡Muchas gracias!! Mariana .
Mariana está en el programa del proyecto de “Apoyo para la prevención, diagnóstico y tratamiento del sida en zona rural”, que Manos Unidas apoya en Angola.
Este es solo uno de los muchos ejemplos de cómo trabajamos en Manos Unidas en la lucha contra el sida. Nuestra organización, que este año está inmersa en la campaña “La salud, derecho de todos: ¡Actúa!”, lleva apoyados, en lo que va de año, 12 proyectos destinados específicamente a la lucha contra el sida, por un importe de 800.000 euros.





















