Recuperar energía térmica para reducir el consumo de los vehículos

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Un equipo de investigadores del Instituto CMT-Motores Térmicos de la Universitat Politècnica de València trabaja en un método para reducir el consumo de combustible en los vehículos aplicando la tecnología de los ciclos termodinámicos de Rankine en un motor de combustión interna alternativo.

Este Instituto se encuentra desarrollando un demostrador de este tipo de ciclos para poder realizar estudios experimentales de los procesos. Sus estudios han sido publicados en las revistas Applied Thermal Engineering y Applied Energy.

Recuperar una energía desperdiciada

Vicente Dolz, miembro del equipo de investigadores del proyecto, explica que en una central térmica se generan gases a temperaturas muy elevadas que se aprovechan para producir electricidad en una turbina. Esta tecnología se está explotando para recuperar energía calorífica de procesos industriales, generalmente con hornos donde se desperdicia mucha energía térmica, la gran mayoría a través de sus gases de combustión que se evacuan a la atmósfera a través de las chimeneas.

El objetivo es poder aprovechar este calor sobrante generando un ciclo a escala para producir electricidad, o para mover una máquina expansora que esté acoplada al eje del motor y le proporcione una potencia adicional. Estos ciclos «serían una solución tecnológica viable para mejorar el rendimiento de los motores actuales. En un motor podemos hacer lo mismo que en las centrales; en ellos se produce una gran cantidad de calor que acaba desperdiciándose”, indica Dolz.

Ya existen equipos de aplicación en barcos, y en automóviles, se está evaluando cuál sería la mejor solución para este tipo de ciclos.  Según Vicente Dolz, «parece ser que BMW es la que va en cabeza. De hecho posee un demostrador llamado Turbosteamer, que podrán empezar a explotar a partir del 2015”.

Incremento de rendimiento

Si se puede recuperar y utilizar esa energía extra se podría reducir la cantidad de combustible que quema el motor manteniendo una misma potencia mecánica. Según el estudio teórico desarrollado por los investigadores, aprovechando toda la energía calorífica desperdiciada en un motor diésel de 12 litros de cilindrada, se podría conseguir hasta un 12 % de ahorro.