
Un grupo de agencias internacionales, entre ellas Acción contra el Hambre, emitió ayer un informe instando a la Unión Europea a que materialice sus palabras en hechos que pongan en entredicho las políticas del gobierno de Israel. Unas políticas que están creando condiciones insoportables para muchos de los 150.000 palestinos que viven bajo un completo control israelí, tanto civil como militar, en el Área C, que representa el 60% de Cisjordania.
Las agencias advierten que las posibilidades de una solución justa y duradera que permita a palestinos e israelíes vivir en paz y seguridad se van diluyendo a medida que sigue deteriorándose la situación sobre el terreno.
En el último año, se han construido más de 600 casas en los asentamientos ilegales israelíes, al mismo tiempo que se han destruido 540 casas palestinas, dejando 800 personas sin un techo o forzándolas a desplazarse. Asimismo, cerca de 30 construcciones financiadas por la Unión Europea han sido demolidas y decenas más, incluyendo tiendas de campaña, cisternas de agua y corrales, se encuentran bajo amenaza de ser demolidos. La postura de Europa sobre la continua expansión de asentamientos israelíes y la demolición de construcciones palestinas y europeas es clara. Sin embargo, su respuesta solo se ha traducido en palabras, con acciones ad hoc sin ninguna coordinación. De seguir así, las condiciones de vida de los palestinos se agravarán y las inversiones procedentes del contribuyente europeo serán en vano.
“Hace apenas un año, los gobiernos de la UE se comprometieron a utilizar su peso político para mejorar las condiciones de vida de los palestinos y detener las continuas violaciones del derecho internacional por parte de los israelíes, pero echando la vista atrás podemos decir que tanto los palestinos como los europeos corren un serio riesgo de fracasar”, afirma Carlos Silva, Director País de Acción contra el Hambre en Territorio Palestino Ocupado y Presidente de AIDA.
Con los líderes europeos reunidos hoy para discutir el proceso de paz en Oriente Próximo, el informe “No alcanzar el éxito: cómo la UE puede superar su propia prueba y trabajar para mejorar la vida de los palestinos en la zona C”, explica lo que pueden y deben hacer para traducir sus palabras en acciones que resulten en cambios positivos sobre el terreno. El informe hace hincapié en que Europa tiene que cumplir sus promesas de incrementar la ayuda al desarrollo que tanto se necesita en la zona C y de presionar al gobierno de Israel para que suprima las restricciones que dejan a los palestinos expuestos a las demoliciones que les privan de contar con viviendas adecuadas, escuelas, carreteras, infraestructura de agua y redes eléctricas.
El informe muestra cómo algunos países europeos han estado trabajando para proteger de las demoliciones a las comunidades de la zona C mediante planes de inversión en las zonas rurales. Mientras las autoridades de Israel se toman su tiempo para examinar las solicitudes, ninguno de los 32 planes rurales financiados por la UE ha sido aprobado hasta la fecha de hoy. Un hecho que contrasta con la concesión de al menos 1.967 nuevos asentamientos de viviendas en el año transcurrido desde la declaración de la UE, un aumento del 300% desde 2011.
“El año pasado, los gobiernos de la UE declararon por primera vez que estaba también en su propio interés poner fin al conflicto entre Israel y Palestina. Pueden y deben trabajar unidos para hacer frente a las políticas del gobierno israelí y apoyar a los palestinos más vulnerables en Cisjordania”, señala Nishant Pandey, Director País de Oxfam
Tony Laurance, Director Ejecutivo de Ayuda Médica para los Palestinos añade: “Israel es moral y legalmente responsable del bienestar de los palestinos en Territorio Palestino Ocupado. Los países miembros de la UE tienen la obligación de hacer frente a las violaciones del derecho internacional y de presionar colectivamente a Israel para que ponga fin a las políticas que obstaculizan el desarrollo de Palestina.”