Organizaciones de la sociedad civil exigen la paralización inmediata de la venta de material bélico a Marruecos con pruebas de que el reino alauí, en el que el Rey Don Juan Carlos está de visita oficial desde hoy, lo utiliza para la represión del Pueblo Saharaui. Hassana Aalia condenado a cadena perpetua en el juicio de Gdeim Izik, del que pretigiosas organizaciones de Derechos Humanos piden su anulación, acompañó a los denunciantes y transmitió que él ha sido testigo del uso fraudulento de material bélico español en el Sahara Occidental.
Representantes de CEAS-SAHARA, Justicia i Pau, la Asociación de Juristas Andaluces por el Sahara (AJASAHARA), el Observatorio Asturiano de Derechos Humanos para el Sáhara Occidental y el Observatorio aragonés para el Sahara Occidental se concentraron ayer por la mañana ante la sede del Ministerio de Economía y Competitividad para interponer una denuncia contra las exportaciones de nuevos vehículos militares con destino a Marruecos, una operación comercial prohibida por la normativa española que impide estas transacciones a países en los que existen tensiones o conflictos y donde no se respetan los Derechos Humanos, así como por los tratados internacionales contra la venta de armas suscritos por España.
Mientras el Rey de España inicia hoy un viaje oficial a Marruecos, acompañado de Ministros y representantes del mundo empresarial; las asociaciones de solidaridad con el Pueblo Saharaui recordaron que las relaciones comerciales que se fomenten en este viaje deben estar en el marco de la ley. En su comparecencia ante los medios, los portavoces de estas organizaciones insistieron en que “las relaciones de buena vecindad y amistad con Marruecos no deben hacer olvidar que a pesar de que la industria de armamento, incluido los transportes militares, es un negocio, la promoción exterior del mismo está sujeta a la Ley 53/2007 que impide vender armas a países que vulneren los derechos humanos, así como al Tratado sobre la Venta de Armas de la ONU, aprobado apenas hace unos meses”.
Los denunciantes subrayaron que España ha incumplido sus compromisos internacionales con el pueblo saharaui y que quedan muy lejanas las palabras pronunciadas por Don Juan Carlos el 2 de noviembre de 1975 cuando ante militares españoles declaraba que “España no dará un paso atrás, cumplirá todos sus compromisos, respetará el derecho de los saharauis a ser libres’”.
“Pedimos del Jefe de estado español –comunicaron tras interponer la denuncia- que se desvincule de cualquier iniciativa de promoción empresarial vinculada a la venta de
material de defensa con destino a Marruecos y que recuerde a Mohamed VI las palabras pronunciadas hace 37 años proclamando el respeto de los compromisos internacionales de España y el derecho de los saharauis a ser libres”.
La sospecha de las entidades denunciantes se basa en que el pasado mes de abril el ministro de Defensa marroquí visitó junto con su homólogo español, Pedro Morenés, una fábrica de vehículos militares en Santiago de Compostela, con el objetivo de conocer los nuevos modelos que produce esta empresa. “Durante años hemos comprobado –alegaron los denunciantes- como estos vehículos se emplean activamente en los operativos logísticos que las fuerzas de ocupación marroquí desarrollan en el Sahara ocupado, especialmente después del desmantelamiento del campamento de protesta Gdeim Izik. España ha vendido vehículos militares a Marruecos durante muchos años y, a pesar de que las autoridades españolas han manifestado que no se emplean en el Sahara ocupado, la realidad es bien distinta”, añadieron.
Hassana Aalia es uno de los activistas saharauis que ha participado en la concentración de esta mañana. Este joven de 26 años que fue condenado a cadena perpetua por un tribunal militar marroquí a raíz de su participación en el campamento de Gdeim Izik, en un juicio que ha sido duramente criticado por prestigiosas organizaciones de Derechos Humanos internacionales que piden su anulación, ha dado su testimonio del uso frauduento del material bélico español en el Sahara ocupado. “En su violento desmantelamiento y represión posterior –añadieron las organizaciones denunciantes a su testimonio-, se ha demostrado el uso de vehículos militares Vam Tac”.
Desde la década del 2000, Marruecos es destino privilegiado de la venta de armas españolas. España le ha vendido armas a Marruecos por más de 200 millones de euros, incluyendo productos y tecnología de doble uso (que probablemente puede ser utilizada como arma) por un valor de 7.227.180 euros. La venta de armas y municiones, así como sus partes y accesorios, ha superado en este período los 10 millones de euros, “armamento que puede haber sido destinado a las fuerzas policiales que operan en el Sahara ocupado”, alegaron los denunciantes.
Los datos de las exportaciones de vehículos de transporte militares con destino a Marruecos fueron en 2006, exportación de 100 vehículos valorados en 8.720.000 €; en 2007, autorización de exportación de 1679 vehículos valorados en 174.000.000 € y exportaciones realizadas de 20 vehículos todoterreno, ambulancias, camiones cisterna, contra-incendios y grúa no blindados, valorados en 1.800.000 €; en 2008, exportaciones realizadas de 1015 vehículos y camiones todoterrenos no blindados valoradas en 113.900.260 €, y en 2009, exportaciones realizadas de 286 vehículos valoradas en 28.099.280 €.
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