
Santander, 30 de octubre de 2013.- La Fundación Botín presenta en su sala de Santander la exposiciónDe Mar en Mar, de Tacita Dean (Canterbury, Inglaterra, 1965), una de las artistas contemporáneas más importantes del panorama internacional. Tras dirigir en la primera quincena de julio el taller de Villa Iris, Tacita Dean regresa a Santander para presentar en la sala de la Fundación Botín la exposiciónDe Mar en Mar, bajo el comisariado de Vicente Todolí, presidente de la Comisión Asesora de Artes Plásticas de la institución.
Desde sus primeras obras, Tacita Dean se ha valido de una amplia gama de medios como películas, fotografías, dibujos y sonidos de un modo lírico, a menudo narrativo, con el propósito de analizar conceptos de tiempo y casualidad, así como la relación entre distintas interpretaciones de la historia.
El mar ha desempeñado un papel crucial en la obra de Tacita Dean, sobre todo en sus inicios y después como tema recurrente. El mar se convirtió en una fuente de atracción magnética para la artista y de él se nutrió en las obras que presenta en esta exposición y que abarcan desde 1994 hasta 2008, utilizando una gran diversidad de soportes materiales para entretejer unas historias que tienen como nexo común el mar, ya sea como fondo, como elemento conector o como protagonista.
En la planta baja de la sala de exposiciones, al fondo, se encuentra una de sus primeras obras, Girl Stowaway (Polizona), realizada a principios de los años 90, toma como subtexto el viaje de una polizona desde Port Lincoln (Australia) hasta Falmouth (Inglaterra) en 1928. Una película, varios dibujos, recortes de prensa y pequeños barcos de papel tratan de adentrarse en la odisea de esa mujer que viajó atemorizada en la bodega del barco Herzogin Cecilie durante 72 horas, pero que consiguió llegar a buen puerto. El barco finalmente naufragó en la bahía de Starehole, en Inglaterra, en 1936. Hubo más coincidencias en esta historia, como por ejemplo el asesinato de una mujer el día que Dean y un compañero estaban rodando en la bahía.
La fascinación por el mar, sus significados y asociaciones ya ha sido interpretada por Dean en algunas de sus películas más emblemáticas, y también presentes en la muestra, como Disappearance at Sea, que además incluye fotografías y un libro de artista y Disappearance at Sea II (Desaparición en el mar), 1996, donde nos presenta visiones, tinieblas y revelaciones. MientrasDisappearance at Sea II se ha inspirado en la leyenda de Tristán e Isolda, el filmDisappearance at Sea se basa en la historia de Donald Crowhurst, un hombre de negocios sin experiencia en navegación que participó en la regata Golden Globe organizada por el Sunday Times en Inglaterra en 1968, como parte de una estrategia comercial en sintonía con una época de progreso. Su posterior suicidio solo, en medio de la inmensidad del mar, sin ningún punto de referencia al haber perdido toda noción de tiempo, constituye el reverso trágico del éxito, un reverso para el que nadie en su época estaba preparado.
En su genealogía encontramos conceptos que se remontan al siglo XVIII acerca de lo sublime, cuando las fuerzas de la naturaleza eran interpretadas como emblemas de emociones humanas de carácter turbulento e incontrolable.
Otras obras cinematográficas que componen la exposición y que, en algunos de los casos son complementados por fotografías y libros de artistas, son Delft Hydraulics de 1996; Bubble House de 1999, Teignmouth Electron del año 2000 así como Amadeus (Swell Consopio) realizado en 2008.
Delft Hydraulicses una película que, frente a la naturaleza sublime y trágica de las películas anteriores hace referencia a otro lugar común del progreso; la capacidad de la técnica para medir y controlar el curso de lo discontinuo en la naturaleza. Muestra la actividad de una máquina que genera olas artificiales para estudiar su impacto en la erosión. La ola no es ya una metáfora del devenir, sin principio ni fin, sino un evento generado por una máquina.
Las películasTeignmouth ElectronyBubble Houseson dos obras que recuperan el discurso «romántico» de la ruina, pero superando su nostalgia, planteando nuevas posibilidades poéticas y críticas. Tacita Dean viajó a la isla Cayman Brac, un paraíso fiscal en el Caribe, donde había recalado la ruina del Teignmouth Electron, el barco de Donald Crowhurst. Varado en una playa, abandonado, la artista rodó una película sobre esa ruina moderna que aparecía mezclada en su imaginario con las novelas futuristas de J. G. Ballard. Por casualidad, vagando por la isla, encontró otra construcción, la Bubble House. Como ha comentado la propia artista, eran las únicas cosas decrépitas que había en la isla, las únicas que parecían estar fuera de tiempo. Ambas películas, realizadas a base de largos planos fijos, sin efectos de zoom ni de ningún otro tipo, muestran el efecto del tiempo sobre las carcasas ruinosas del barco y la arquitectura.
En la última década Tacita Dean ha llevado las posibilidades de las películas más allá de las salas de cine y sus films se han mostrado en los museos y galerías más importantes de todo el mundo donde se ha valido de la utilización de proyectores de 16 mm en bucle para crear esencialmente un nuevo tipo de experiencia cinematográfica.
A pesar de que emplea estándares de producción relativamente altos, incluyendo el uso de cinematógrafos profesionales, Dean rechaza los diálogos y las técnicas convencionales de edición de Hollywood, y en su lugar confía en tomas extremadamente largas que socavan la acción y se detienen en la auténtica apariencia sin adulterar del mundo. Esta visión concentrada, a menudo dirigida hacia el océano o el paisaje, bebe en las fuentes tanto de la historia de la pintura como del cine: en los sublimes acercamientos a la naturaleza de los cuadros de Caspar David Friedrich o John Constable y en lostableaux vivantsque atenúan el movimiento y relentizan el tiempo en las películas de Carl-TheodorDreyer o Michelangelo Antonioni. Para Dean, los objetos y los paisajes actúan como metáforas de historias vagamente evocadas. Las dilatadas tomas permiten al espectador rescatar del paisaje cotidiano un mundo psicológico que resuena con melancólicos y conmovedores ecos del pasado.
Junto a la obra cinematográfica, que compone el grueso de la muestra, la exposición también presenta obras en otros soportes que son fundamentales para entender la obra de Tacita Dean y que ocupan la zona diáfana de la planta baja. Se trata de dibujos de tiza sobre pizarra que comenzó a realizar en 1992, cuando aún estaba cursando sus estudios en la Slade School of Fine Art de Londres.
Aunque la crítica ha señalado las referencias a Marcel Broodthaers o Joseph Beuys, estas obras surgen inicialmente por cuestiones de necesidad y contingencia, pues esas planchas constituían el único material que tenía en su estudio. A principios de los años 90, y a partir del libro de donde surgiríaGirl Stowaway, Dean comenzó a dibujar una serie de escenas del mar que fotografiaba y después borraba para pintar de nuevo, generando un dibujo móvil, en el que cada nueva imagen recogía los restos de la anterior. Para la artista, los dibujos sobre pizarra están íntimamente ligados al mar, a su flujo constante, a su movimiento sin fin, hasta el punto de que ella misma ha reconocido su dificultad de trabajar en pizarras que no están conectadas con el mar. Los dibujos de Tacita Dean tienen además otro referente más actual, el pintor Cy Twombly, emblema del silencio, de un modo de estar que la artista impone a sus películas, sean estas hechas de dibujos o de imágenes.
The Roaring Forties: Seven Boards in Seven Days es una de estas series de “dibujos cinematográficos” en las que la pizarra aparece como una superficie negra y profunda en la que se desarrolla un drama en siete actos.The Roaring Forties(Los Cuarenta Rugientes) es el nombre dado a una zona en el hemisferio sur entre los 40º y los 50º de latitud, que es conocida por sus fuertes vientos, donde se supone que Donald Crowhurst desapareció en el Atlántico. Tacita Dean utilizó viejas postales como referencia para construir las escenas, que incluyen tormentas, un barco navegando a toda vela, o escenas de marinos inmersos en las tareas de navegación. EnThe Roaring Forties, las referencias cinematográficas se acentúan por las anotaciones de la artista, que puntúan las escenas con frases como “vista aérea”, “fundido a negro” o “corte”.
Además, la exposición presenta dos obras inéditas, dos pizarras que la artista conservaba y que ha dibujado de nuevo en Santander, situándose a la entrada de la sala.
El profundo interés por la recuperación del pasado mediante la exploración del presente es un elemento que se hace patente en la mayoría de los trabajos de Dean. Sus expediciones se asemejan a excavaciones arqueológicas que desvelan una sucesión de poéticas coincidencias entre el pasado y el presente. La culminación de la obra solo se alcanza tras la exhumación de los vínculos que enlazan tanto las diferentes épocas, como la vida personal de Dean y las de sus protagonistas.
Tacita Dean nació en 1965 en Canterbury, Gran Bretaña. Actualmente vive y trabaja en Berlín. Ha celebrado exposiciones individuales en la TateBritain de Londres (2001), el Schaulager de Basilea (2006), el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York (2007), la Nicola Trussardi Foundation de Milán (2009) y el MUMOK de Viena (2011). Dean fue candidata al premio Turner en 1998 y ganó el premio Hugo Boss en 2006 y el KurtSchwitters en 2009. Entre sus últimas exposiciones se encuentran las organizadas en el New Museum de Nueva York, en Documenta (13) (2012) y en la Arcadia University Art Gallery de Filadelfia, donde se mostró su último proyecto audiovisual, JG (2013).