
«Transformar el arroz és lo único que permite a las mujeres salir de la pobreza», nos explica Zenaba Ouedaogo.
Zenaba trabaja en el Centro de Transformación de Arroz de Bagré (Burkina Faso), que se creó con el apoyo de Oxfam Intermón. Está con su hija Mamounata, que también trabaja en el centro, y las dos vigilan a la pequeña Fati, la nieta, que a sus tres años, corretea entre los sacos de arroz.
«Mi madre no tuvo con qué pagar mi escuela. Tampoco yo pude llevar a mis hijas, pero ahora sí que podré pagársela a mi nieta», nos cuenta orgullosa Zenaba. Esta mujer robusta de 45 años, esposa de un productor de arroz, no lanza castillos en el aire. Con las ganancias que obtiene, actualmente está pagando ya la escolarización de varios de sus nietos.
Son tres generaciones de mujeres que viven de la transformación del arroz, pero cuyo destino, gracias al apoyo de Oxfam Intermón y de nuestros socios locales, puede llegar a ser muy diferente.
Ayúdanos a seguir cultivando alimentos con poder, como este arroz que hará posible que Fati vaya a la escuela y aprenda a leer.

























