La espectacular erupción del volcán Kelud en Java ha afectado en los últimas días a alrededor de 200.000 personas. Al mismo tiempo, la situación humanitaria de las poblaciones desplazadas tras la erupción del volcán Sinabung, en la isla de Sumatra, se agrava
Madrid, 04 de marzo de 2014
Tras las erupciones volcánicas del Sinabung en el norte de Sumatra, en Indonesia, Acción contra el Hambre trabaja en la identificación de necesidades de los afectados. Transmitidas estas necesidades a los responsables de las políticas nacionales e internacionales de Indonesia y a las ONG involucradas, las conclusiones del informe indican que detrás de la aparente buena gestión y cobertura de las necesidades básicas de los actores que operan en terreno, aparecen serias insuficiencias que preocupan a Acción contra el Hambre.
Tras una primera evaluación sobre el terreno en enero, Acción contra el Hambre valora las consecuencias del desplazamiento de 9.000 familias procedentes de las laderas del Sinabung y trabaja para garantizar su seguridad alimentaria, el acceso a los cuidados básicos de salud y su buen estado nutricional, así como la coordinación entre los actores que trabajan en la intervención.
Más de 34.000 personas permanecen hoy desplazadas, incluyendo 23.000 refugiados, en campamentos de emergencia, alejados de sus pueblos y recursos. El establecimiento de un perímetro de seguridad alrededor del volcán tras una nueva erupción el 1 de febrero, les impide volver. En septiembre de 2013, después de varios siglos de inactividad, una primera erupción sorpresa del volcán provocó el desplazamiento de 20.000 personas. Las sucesivas erupciones al inicio de 2014 han prolongado la situación de emergencia y causando ocho fallecidos.
Sin perspectivas de una solución a corto plazo, Acción contra el Hambre teme un deterioro en la condición de los más vulnerables, incluidos niños menores de cinco años y mujeres embarazadas y en periodo de lactancia. A pesar de la ayuda humanitaria proporcionada al comienzo de la crisis por el Gobierno de Indonesia, las ONG y la Cruz Roja Indonesia, la gente sigue sin recibir una asistencia adaptada a sus necesidades nutricionales.
Ninguna atención especial cubre las necesidades nutricionales de los niños más pequeños. La alimentación materna disminuye y se multiplican los síndromes de estrés entre las familias, lo que explica el deterioro de la atención materno-infantil. Sin una vigilancia del estado nutricional de los niños y las madres, las autoridades de salud locales se tendrán que enfrentar a numerosos retos para evitar su deterioro físico y la propagación de enfermedades en los campamentos de desplazados.
Acción contra el Hambre recomienda una mejora urgente del acceso al agua potable y al saneamiento, el fortalecimiento de las prácticas de cuidado infantil, garantizar la detección y cuidado de los casos de desnutrición, mejorar la salud mental de los más vulnerables y comenzar a prepararse para la reubicación de las familias y la rehabilitación de sus medios de vida en un momento en el que la esperanza de regresar a sus hogares se aleja.
Acción contra el Hambre considera vital la integración de las necesidades nutricionales de los lactantes y los niños menores de cinco años en los en los planes de acción de las organizaciones humanitarias involucradas en las respuestas de emergencia, tanto en Java como en Sumatra.
























