
· Acción contra el Hambre alerta del aumento de casos de desnutrición aguda severa en Bangui, que podría incrementarse aún más con el inicio de la época de soudure[i], hasta agosto
· Los casos de desnutrición en niños menores de cinco años podrían haberse triplicado respecto al mismo periodo de 2013
Madrid, 06 de marzo de 2014
Durante los dos primeros meses de 2014, los equipos de Acción contra el Hambre han detectado que los ingresos de niños desnutridos en los programas nutricionales se han triplicado con respecto a la misma época de años anteriores. En febrero, más de 1.200 niños han sido admitidos a tratamiento y más de 1.000 en enero. Durante el mismo período de 2013, alrededor de 350 niños recibieron tratamiento contra la desnutrición. Este aumento es una señal de un grave deterioro de la situación nutricional de la población con menos recursos.
Tras una cierta mejora de la seguridad en Bangui, que ha permitido que la mayoría de centros de salud abrieran sus puertas facilitando el acceso a las familias, muy al contrario de lo que ocurriera en diciembre, los 10 centros de salud en los que trabaja Acción contra el Hambre se están viendo sobrepasados ante la nueva situación.
En la unidad de pediatría de Bangui, que recibe los casos más graves que requieren hospitalización, “contamos con 56 camas para la hospitalización de niños desnutridos. Pero en febrero 256 niños tuvieron que ser ingresados en la unidad nutricional del hospital. Hemos tenido que ampliar el personal y hemos añadido tres grandes tiendas de campaña para hacer frente a esta afluencia continua. Probablemente tendremos que levantar una cuarta. El hospital ha llegado al límite de su capacidad”, explica Nicolas Fuchs, Directos País de Acción contra el Hambre en República Centroafricana.
Además de apoyar a los centros de salud, los equipos de Acción contra el Hambre trabajan en la identificación y apoyo de los niños con desnutrición. Las evaluaciones arrojan datos preocupantes: de entre 5.000 niños examinados en febrero, el 7% padecía desnutrición aguda severa, cuando la tasa de alerta nutricional está en el 2%.
“También vemos que más y más personas vienen desde diferentes regiones para recibir tratamiento y atención nutricional en Bangui, ya que en la mayor parte del país no la pueden recibir. Muchas familias en el interior del país viven escondidas, en condiciones sanitarias deplorables. Es extremadamente difícil llegar hasta ellos ya que están ocultos. Esto nos hace sospechar de un potencial empeoramiento de la desnutrición en el resto de provincias”, añade Nicolas Fuchs.
También se teme que haya casos de desnutrición aguda severa en adultos, particularmente en las zonas de litoral. Extremadamente infrecuente, es un fuerte indicio de la gravedad de la situación.
Acción contra el Hambre alerta sobre el enorme impacto que la crisis política y la inseguridad está teniendo en las familias centroafricanas. “La catástrofe humanitaria es enorme y cada vez es peor. Las comunidades internacional y humanitaria deben redoblar sus esfuerzos financieros y logísticos para hacer frente a esta situación”, afirma Nicolas Fuchs.
Acción contra el Hambre está presente en la República Centroafricana desde 2006. En respuesta a la emergencia actual, la organización lleva a cabo intervenciones para tratar y prevenir la desnutrición en una veintena de puntos entre Bangui y Bossangoa, donde se concentra la población desplazada. Durante los últimos días, las 130 personas del equipo de Acción contra el Hambre se vienen enfrentando a las continuas tensiones mientras llevan a cabo su trabajo.