
La víctima no denuncia porque piensa que no le van a creer.
¿Cuándo el acercamiento de un hombre a una mujer pasa a ser una agresión?
En Bizkaia en el 86% de los casos había relación previa entre víctima y el desconocido. En Castilla-León sólo el 12-15% de los delitos sexuales son asaltos de desconocidos.
Un gran número de personas participantes en el estudio sostiene una dificultad inicial: la de reconocer claramente y sin ningún tipo de duda los límites de lo que es una agresión sexual.
El análisis arroja que la mayoría de agresiones sexuales ocurren de noche, pero la mitad tienen lugar en un domicilio.
La edad de las víctimas y de los agresores era de 26 a 35 años.
Sólo el 9% amenaza con arma blanca
El 60% de los agresores emplearon la violencia física, pero sólo el 9% amenazaron con un arma blanca.
En Bizkaia en el 86% de los casos había relación previa entre víctima y el desconocido. En Castilla-León sólo el 12-15% de los delitos sexuales son asaltos de desconocidos.
¿La chica a la que le tocaron el culo tiene que denunciarlo? ¿Merece un castigo el chico que le levantó la falda a su compañera de estudios en mitad del patio? ¿Dónde va con su reclamo la trabajadora de hogar que se tiene que ir sin cobrar porque el señor que la emplea le ha pedido que limpie en ropa interior? ¿Y la que abordaron por la calle para preguntarle cuánto cobraba por un polvo?…
Lo que no es objeto de controversia es que, en la actualidad, el miedo de las mujeres es un sinsentido, una vergüenza, una contradicción flagrante en una sociedad que pregona haber alcanzado altos niveles de igualdad entre mujeres y hombres.
“Ellas mienten, exageran”
Encontramos, en el discurso tradicional sobre las agresiones sexuales, una diversidad de interpretaciones que van desde la negación de la igualdad lograda hasta, con mayor frecuencia, la negación de la gravedad de la violencia sexista; la minimización de las agresiones al considerarlas conductas «propias» del ambiente festivo sin mayores consecuencias, una marca semejante a los pañuelos que las identifican;
Se tiende a negar la gravedad de las agresiones
la incredulidad ante la posibilidad de que sus jóvenes o sus mayores puedan ser agresores, y su correlato en la sospecha de que las mujeres exageren, mientan, no entiendan, envíen mensajes equivocados o malinterpreten mensajes recibidos; en definitiva, que no sean sujetos con capacidad de discernir y consentir.
En buena medida, la falta de consenso sobre los límites está relacionada con el todavía insuficiente reconocimiento de las mujeres como sujetos con plena capacidad de consentimiento.
Leer más Estudio cualitativo exploratorio realizado en la Comunidad Autónoma de Euskadi