
World Vision ha presentado esta mañana, en el Parlamento Europeo, el informe Cuando no hay asistencia alimentaria, incumpliendo nuestras promesas a los niños más vulnerables del mundo.
World Vision cree, que cada niño y su familia, tienen el derecho a tener suficiente comida cada día para vivir una vida sana. Pero la realidad es otra:
Cada año 794 millones de personas (una de cada nueve) sufren hambre crónica. La malnutrición causa casi la mitad (45%) de las muertes que se podrían evitar en los niños menores de 5 años, eso implica a 2,8 millones de niños cada año. Uno de cada seis niños, aproximadamente 100 millones, tienen un peso por debajo del deseado.
Acceso al documento original:
https://europa.eu/eyd2015/en/world-vision/events/when-there-no-food-assistance
***
Resumen ejecutivo del informe Cuando no hay asistencia alimentaria, incumpliendo nuestras promesas a los niños más vulnerables del mundo.
World Vision cree que cada niño y su familia tiene el derecho de tener suficiente comida cada día para vivir una vida sana y que todos los niños deberían estar protegidos contra las causas y las consecuencias de la malnutrición y el hambre.
Cada año 794 millones de personas (una de cada nueve) sufren hambre crónica. La malnutrición causa casi la mitad (45%) de las muertes que se podrían evitar en los niños menores de 5 años, eso implica a 2,8 millones de niños cada año. Uno de cada seis niños, aproximadamente 100 millones, tienen un peso por debajo del deseado.
Los gobiernos nacionales tienen la principal responsabilidad de responder a las necesidades de nutrición de sus ciudadanos, pero cuando un gobierno es incapaz de hacerlo, la ayuda internacional para la asistencia alimentaria tiene que ser una red global crucial para los hombres, mujeres y niños más vulnerables. La asistencia en alimentación alivia inmediatamente el hambre y la malnutrición además de ayudar a abordar la raíz que causa el hambre para que las familias y sus comunidades puedan ser más resistentes a futuros desastres.
Los recortes globales de financiación en la asistencia alimentaria y otros programas humanitarios son una llamativa evidencia de un sistema global humanitario bajo presión llegando a sus límites. Como ha hecho evidente el desastre de «EL NIÑO», que cada vez adquiere mayor fuerza, poniendo en riesgo las vidas de millones de mujeres, hombres y niños, ya muy vulnerables antes del desastre.
Los gobiernos nacionales y la comunidad internacional deben actuar ahora mismo para proteger las vidas humanas en África, Asia, América latina y el Pacífico. World Vision quiere alarmar sobre el hambre y la malnutrición que están aumentado en todas las áreas afectadas por «El Niño». El Este y Sur de África están particularmente afectados con una estimación por parte de UNICEF de, solamente en estas dos regiones, más de 11 millones de niños. Los Gobiernos y la Comunidad Internacional deben actuar para reducir las amenazas contra la seguridad alimentaria, la malnutrición y las vidas humanas y urgentemente poner recursos para minimizar los impactos inmediatos y a largo plazo de El Niño en los niños, los hogares y las comunidades ya vulnerables.
——————————————-
En este momento en que el mundo hace frente a El Niño y otras crisis, los líderes nacionales, regionales e internacionales tienen una oportunidad sin precedentes y la responsabilidad de abordar las causas subyacentes de la inseguridad alimentaria y garantizar que los niños y las comunidades más vulnerables obtengan una oportunidad a través de un respuesta inmediata, eficaz y global para reducir los índices de mortalidad y la perdida de los medios de subsistencia. Sólo una respuesta de este tipo puede garantizar que nadie se quede atrás y que los países puedan cumplir sus compromisos esbozados en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible y asegurar un mundo sin hambre para los niños.
Para asegurarse de que nadie se quede atrás World Vision recomienda:
- Financiación para hacer frente a las emergencias
La brecha entre las necesidades humanitarias y la financiación disponible es la más grande que ha habido en 10 años. La falta de asistencia alimentaria a nivel mundial debido a la escasez de fondos no puede seguir creciendo. La financiación no es suficiente para las emergencias existentes, mientras se teme no poder mitigar los efectos de otra emergencia en los niños y niñas más vulnerables del mundo.
- Salvar vidas y proteger medios de vida
La prevención de la malnutrición en los primeros 1.000 días de vida de un niño (desde la concepción hasta los 2 años) debe ser una prioridad ya que padecerla durante este período puede tener consecuencias físicas y cognitivas para toda la vida, irreversibles. Son especialmente urgentes y necesarias las inversiones en los servicios de salud; programas de alimentación suplementaria dirigidos a prevenir y tratar la desnutrición infantil, medidas de protección social, como las donaciones en efectivo y programas de obras públicas, y el apoyo a los medios de subsistencia.
- Aumentar la resiliencia a largo plazo
Un mundo sin hambre requiere trabajar en la seguridad alimentaria de las familias y de la comunidad, así como la resilencia a fenómenos climáticos como El Niño. Esto significa una mayor inversión en programas de redes de seguridad nacional adaptados a los niños, la gestión nacional del riesgo de desastres, y las políticas y sistemas de adaptación al cambio climático. De igual manera es fundamental un mayor apoyo a los medios de subsistencia, rentables y estrategias agrícolas sostenibles para los pequeños agricultores.