
Los enfoques diferenciados son necesarios para incrementar la repercusión de las inversiones en salud, particularmente en aquellos entornos que deben hacer frente a desafíos especiales, tales como un conflicto armado o la afluencia masiva de refugiados. Para mejorar la eficacia y ofrecer respuestas más flexibles y simplificadas, el Fondo Mundial ha puesto en marcha una iniciativa en Oriente Medio que utilizará una plataforma integrada para la gestión de subvenciones. Actualmente, el Fondo Mundial cuenta con subvenciones independientes mediante asignaciones de país en Siria, Iraq, Palestina y Yemen, y proporciona financiamiento de emergencia para ofrecer atención de la tuberculosis a los refugiados sirios en Jordania y el Líbano. Al gestionar todas las subvenciones mediante un único sistema controlado por una organización internacional cualificada con experiencia sobre el terreno, la respuesta al VIH, la tuberculosis y la malaria en Oriente Medio tiene por objeto aumentar la cobertura de los servicios de VIH, tuberculosis y malaria y llegar a las poblaciones clave y vulnerables.
Las enfermedades prevenibles como el VIH, la tuberculosis y la malaria suponen una enorme carga para sistemas de salud que ya están desbordados, dejando menos recursos para prestar servicios de salud básicos o estar preparados para hacer frente a nuevas amenazas para la salud. En las situaciones donde haya refugiados, impedir la propagación de las enfermedades no solo protege de caer enfermos a los refugiados ya debilitados, sino que libera recursos esenciales para poder tratar otras enfermedades o prestar otros servicios de salud, una atención que necesitan desesperadamente las familias que lo han perdido todo y las comunidades que pueden estar haciendo grandes esfuerzos para acogerlas.
Mark Dybul, Director Ejecutivo del Fondo Mundial, manifestó que la iniciativa de Oriente Medio supone un cambio fundamental con respecto a cómo el Fondo Mundial ha gestionado las subvenciones en el pasado.
“Para llegar a las personas a las que necesitamos llegar y conseguir una mayor repercusión, el Fondo Mundial debe cambiar la manera de intervenir en entornos operativos conflictivos”, manifestó el Dr. Dybul en una reciente reunión a la que asistieron donantes, asociados técnicos, representantes del Gobierno y organizaciones de la sociedad civil celebrada en Ammán (Jordania). “Los enfoques adaptados a las necesidades son el futuro del Fondo Mundial”.
Joseph Serutoke, Jefe Regional del Fondo Mundial para Oriente Medio y Norte de África, dijo que el nuevo enfoque se ajusta a las necesidades y los desafíos de la región. Las ventajas de agrupar las subvenciones incluyen una mayor eficacia derivada de la comunicación de datos consolidada, un enfoque más integrado y el apoyo a asociaciones regionales más sólidas que pueden atender a las poblaciones de zonas de difícil acceso. A causa del conflicto, estos países deben enfrentarse a necesidades en permanente cambio, una capacidad limitada y graves restricciones en la prestación de servicios esenciales. En Yemen, Iraq y Siria, la mayoría de los centros de salud han sido destruidos. La infraestructura sanitaria en los países que acogen a las poblaciones desplazadas está desbordada. Como parte del nuevo enfoque, los procedimientos habituales aplicados por el Fondo Mundial y las medidas de coordinación nacionales se adaptarán para responder a la situación específica de cada país. “El objetivo de esta subvención es que sea ágil y se adapte a la evolución de la situación en los países donde actuamos”, dijo el Sr. Serutoke.
El Fondo Mundial solicita que organizaciones internacionales de prestigio presenten propuestas para asumir la función de Receptor Principal. Se prevé que el período de la subvención se inicie en julio y tenga una duración de dos años, con la posibilidad de una ampliación.
El Fondo Mundial está dedicando una mayor atención a los entornos operativos conflictivos con el propósito de aumentar la cobertura y llegar a las poblaciones clave y vulnerables afectadas por el VIH, la tuberculosis y la malaria.
Los entornos operativos conflictivos, que pueden sufrir brotes de enfermedades, desastres naturales, conflictos armados y una gobernanza deficiente, han sido señalados como una prioridad importante para el Fondo Mundial. Los entornos operativos conflictivos representan una tercera parte de la carga de morbilidad mundial para el VIH, la tuberculosis y la malaria, y para una tercera parte de las inversiones del Fondo Mundial.