Un nuevo informe de la ONG Foro de la Amazonia Oriental (FAOR) muestra que la Amazonia es la principal ruta de salida para el tráfico de mujeres. Titulado «Migración y tráfico de seres humanos desde Pará a Surinam y Holanda», el documento revela que, en todo Brasil, ya fueron identificadas 241 rutas de tráfico de seres humanos. En la Amazonia, los investigadores identificaron el mayor número de las mismas, 76. Países como Holanda, Surinam y España son los principales destinos de las mujeres traficadas.
Según informaciones de prensa, ellas son atraídas con promesas falsas de dinero, casamiento o trabajo diferente. Para Marcel Hazel, uno de los investigadores, el tráfico de mujeres debe ser evaluado dentro del contexto del trabajo esclavo, de la inmigración y de la organización económica de las sociedades. El informe traza el perfil de las personas involucradas en el tráfico, sus vulnerabilidades y motivaciones. Revela además a Pará como uno de los estados con mayor número de rutas para el tráfico de mujeres, principalmente hacia Surinam y Holanda.
Además de los destinos internacionales, las rutas del tráfico de seres humanos en la Amazonia se localizan en la propia región. Éstas siguen en la dirección de caminos e hidrovías. Las mujeres son atraídas a los lugares de las principales actividades económicas, como por ejemplo áreas de garimpo (búsqueda de piedras preciosas). Por falta de fiscalización, fácilmente se atraviesa la frontera en taxi o en canoas.
El informe cuenta la historia de la marañense M.M.S, de 26 años, que, durante cinco años, fue obligada a prostituirse en Surinam, después de haber sido embaucada en la principal feria de la ciudad. Ella fue invitada a trabajar como bailarina, pero terminó en un club de prostitución.
El informe es el resultado de 10 años de investigación. Otra historia cuenta de dos hermanas de Belem (Estado de Pará), que fueron invitadas por la tía para trabajar en Surinam, donde ella vive. La tía les prestó R$ 200 a las dos para que tramitasen el pasaporte en Belem. En Surinam, ellas fueron llevadas al Club Diamond, uno de los más famosos reductos de prostitución de brasileras. La deuda era la forma de mantenerlas presas en el club, para que no pudiesen huir. Ellas tenían que quedarse en la casa hasta pagar la deuda y no podían huir, pues serían atrapadas y muertas.
