Acción contra el Hambre recibe con optimismo las cifras de reducción de hambre en el mundo hechas públicas esta mañana por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, pero advierte que esto puede servir solo como acicate para no bajar la guardia.
“Llevamos años insistiendo: somos la primera generación que puede acabar con el hambre porque esta ha dejado, hace mucho tiempo, de ser un problema de disponibilidad de alimentos: hoy tenemos los medios y el conocimiento técnico necesario para erradicar la desnutrición infantil”, explica el Director General de Acción contra el Hambre, Olivier Longué.
“Es una muy buena noticia- continúa- sobre todo porque demuestra que la nutrición es la inversión más rentable, es consecuencia y también motor del desarrollo económico y así parecen haberlo entendido los líderes mundiales integrando la seguridad alimentaria en la agenda política mundial, y los gobernantes de los países en desarrollo, formulando políticas y programas para prevenir y tratar la desnutrición”.
Nutrir es mucho más que alimentar
Acción contra el Hambre aplaude también la iniciativa de la FAO de incorporar en su seguimiento del hambre global indicadores de seguridad alimentaria, superando el cásico enfoque de disponibilidad y acceso a los alimentos e integrando aspectos de seguridad nutricional relacionados con las prácticas alimentarias y los cuidados básicos.
Resiliencia y espacio humanitario, principales retos para el futuro cercano
El nuevo informe de la FAO refleja, no obstante, grandes diferencias en los progresos entre las distintas zonas geográficas. “El gran reto para los epicentros del hambre, como es la región de Sahel o el Cuerno de África, es la construcción de resiliencia para que la población pueda afrontar crisis que son estacionales y recurrentes”, declara Longué. La ampliación del espacio humanitario, cada vez más amenazado por grupos armados y otros actores, es otro de los retos pendientes para poder seguir progresando.
Acción contra el Hambre es una organización humanitaria internacional e independiente que combate la desnutrición infantil a la vez que garantiza agua y medios de vida seguros a las poblaciones más vulnerables. Intervenimos en más de 45 países apoyando a más de ocho millones de personas. Nuestra visión es un mundo sin desnutrición; nuestro primer objetivo: devolver la dignidad a quienes hoy viven amenazados por el hambre.
