Así lo reclama el presidente de FEAFES, José María Sánchez Monge, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebrará el próximo día 10 de octubre, al mismo tiempo que reivindica una serie de medidas alternativas para afrontar la crisis para que este sector de la población no pierda sus derechos.
(Madrid, 4 de octubre de 2013).- Según reclama el presidente de la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES), José María Sánchez Monge, “hay que incorporar a las personas con trastorno mental grave a la sociedad”, lo cual es una de sus “mayores preocupaciones”, por lo que considera que debe haber una serie de políticas de inserción laboral “más abiertas para este colectivo”, así como una sociedad “más abierta y comprensiva”.
Así lo declara en una entrevista concedida al número 94 del periódico ‘cermi.es semanal’ –órgano de expresión del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI).
En este sentido, explica Sánchez Monge, existen barreras como el cierre de programas, menos medidas favorecedoras para buscar empleo, una peor situación por esta crisis, consultas de atención temprana no adecuadas, o una inadecuada atención a personas con trastorno mental leve por ansiedad, depresión, abuso de alcohol u otros tóxicos, “lo cual puede provocar algo más grave”. Para FEAFES, “hay que intentar paliar problemas para que la persona pueda estar mejor atendida e incorporarla en la sociedad”.
En materia de salud mental, el presidente de FEAFES considera que, durante los 30 años de andadura de la entidad que preside, “ésta ha evolucionado positivamente, pero es totalmente insuficiente, ya que no hay un desarrollo adecuado a las necesidades”. Además, según asegura, en este proceso la familia ha aportado el mayor esfuerzo. “En España más del 80% de las personas con trastorno mental grave convive con la familia”, asevera.
Estas declaraciones de Sánchez Monge se enmarcan en el Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el próximo día 10 de octubre, y el balance que realiza se centra en los recortes, que hace complicado encontrar alternativas para favorecer que no se pierda la atención adecuada que necesitan las personas en cada momento. “Hemos avanzado mucho en la atención hacia las personas con trastorno mental grave, pero aún así, es inadecuada la atención que reciben y estamos en peor situación desde que hemos entrado en la crisis”, indica.
En relación a esta crisis económica actual, manifiesta que ésta no ha provocado un aumento del trastorno mental grave (esquizofrenia, trastorno bipolar y depresión grave), pero sí que reconoce que han aumentado enormemente los trastornos menos graves, que están relacionados socialmente con las personas, como pueden ser la ansiedad, la depresión menor, el estrés, etc. “Si estas personas no son tratadas a tiempo, pueden tener trastornos mayores”, incide.
En esta línea, el presidente de FEAFES aborda las acciones que van a llevar a cabo, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, entre las que destaca una jornada técnica sobre ‘Alternativas frente a la crisis. El valor de nuestros derechos’, o una campaña de sensibilización que busca que las personas, aparte de realizar su profesión, sean felices, independientemente de los problemas graves o leves que tengan, entre otras.
En relación a las alternativas que plantea FEAFES frente a la crisis, éstas están basada en la búsqueda de elementos, recursos y sistemas que, siendo más baratos, “pueden mejorar la atención, no mantenerla”. Así, estas alternativas se encuentran en programas, fundamentalmente recogidos en la Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, que hay que aplicar.
Por eso, propone programas individualizados, adaptados a las necesidades de la persona; otros de intervención familiar, con un psicólogo y trabajador social, por cada 300.000 habitantes, con el objetivo de informar sobre el trastorno mental grave y establecer una continuidad de cuidados; un programa de apoyo domiciliario, que establece una serie de mecanismos para facilitar que la atención siempre sea constante, adecuada, y, en cada momento, con distintas intensidades, según las necesidades de la persona; y otra alternativa que plantea es la de los equipos multidisciplinares en todas las unidades de salud mental.
Según expone Sánchez Monge, estas atenciones harían que hubiese mucho menos consumo de medicación, que es cara; muchas menos urgencias, que también son caras, y, además, se evitaría el colapso para atender otras patologías, y muchos menos ingresos. “Cuando una persona ingresa en una unidad de hospitalización psiquiátrica sólo un día es mucho más caro que un mes de tratamiento”, manifiesta.
Con respecto al copago farmacéutico hospitalario, que tendrán que afrontar los pacientes no ingresados cuando se les dispensen algunos fármacos desde las boticas hospitalarias, y que entró en vigor el pasado 1 de octubre, el presidente de FEAFES opina que es “una decisión inadecuada”. Según explica, “las personas que tienen trastornos crónicos necesitan una medicación y esto no facilita la adherencia al tratamiento que necesitan las personas que tienen problemas graves de salud mental”.
Por último, en el marco del lema que han establecido en cuanto al Día Mundial de la Salud Mental, ‘Alternativas frente a la crisis. El valor de nuestros derechos’, José María Sánchez Monge especifica que este lema se refiere a todos los derechos que tienen las personas con problemas de salud mental: el derecho a una atención adecuada, una terapia adecuada, incorporarse a la sociedad, una formación adecuada, unas medicinas adecuadas… “Es decir, a todos los derechos que tienen las personas con problemas de salud mental grave, sean sociales, sanitarios o del tipo que sea”, concluye.