
Los equipos de Acción contra el Hambre sobre el terreno están preocupados por los riesgos que corren ante la situación de inseguridad en su trabajo asistiendo a la población
La organización hace un llamamiento a todas las partes involucradas en el conflicto en República Centroafricana para que reconozcan la imparcialidad de los actores humanitarios y que se mantenga una clara distinción entre los objetivos políticos-militares y objetivos humanitarios
Madrid, 24 de febrero de 2014
Aunque la violencia ha obligado a cientos de miles de personas a huir, las organizaciones humanitarias, entre ellas Acción contra el Hambre, denuncian los incidentes y las amenazas de que son objeto en varias zonas del país, en las proximidades de algunos asentamientos, sobre todo de la comunidad musulmana. Amenazas debidas al desconocimiento de la labor humanitaria y a la creciente confusión entre los objetivos políticos y los objetivos humanitarios.
Desde Acción contra el Hambre se quiere poner de relevancia a todas las partes en el conflicto que los actores humanitarios llevan a cabo su trabajo bajo los principios humanitarios de imparcialidad, independencia y neutralidad, para dar respuesta a las necesidades de la población civil sin discriminación alguna por motivos políticos, religiosos o étnicos. El trabajo de la organización se centra principalmente en los más vulnerables de acuerdo a criterios definidos por la evaluación de sus necesidades humanitarias.
Acción contra el Hambre alerta sobre la creciente confusión entre la acción política o militar y la acción humanitaria, asociada en ocasiones a declaraciones y actividades de ciertos grupos que están tomando parte en el conflicto. Declaraciones, sobre todo cuando provienen de fuerzas militares internacionales, que plantean riesgos a las organizaciones humanitarias internacionales, que pueden ser asociadas con determinadas posturas. Las actuales conversaciones para implementar en los próximos meses una misión de paz con objetivos políticos, militares y humanitarios pueden aumentar esta confusión. Las organizaciones humanitarias ser cautas y no participar en ninguna operación conjunta. Es necesario establecer una distinción clara entre las distintas partes en el conflicto y los trabajadores humanitarios para reducir al mínimo el riesgo de que las ONG sean percibidas de manera sesgada por algunos de los actores que están tomando parte en el conflicto.
Entre algunos grupos armados se ha desarrollado un sentimiento «anti-ONG», que va más allá de la delincuencia de la que son objeto las organizaciones humanitarias desde hace meses, que están organizados para bloquear la ayuda a las poblaciones más vulnerables.
«Aunque seguimos llevando a cabo nuestro trabajo, cada vez nos preocupa más el aumento de esta y cómo puede evolucionar durante las próximas semanas”, explica Nicolas Fuchs, director país de Acción contra el Hambre en República Centroafricana.
El acceso humanitario a la población civil, a menudo sin servicios básicos y sin posibilidad de desplazarse, sigue siendo fundamental. “A día de hoy, nuestros equipos puede moverse en la gran mayoría de zonas del país, pero ya han sufrido bloqueos y amenazas verbales en las proximidades de la mezquita de Begoua, donde más de 100 niños con desnutrición aguda severa están siendo tratados. La interrupción del tratamiento de estos niños significaría su muerte”, afirma Nicolas Fuchs.
En Bangui y en Bossangoa, así como en todas las regiones occidentales del país, Acción contra el Hambre trabaja con las poblaciones más vulnerables, sin distinción, para salvar vidas y prevenir un mayor deterioro de sus condiciones de vida. “Actualmente estamos trabajando más con comunidades cristianas, simplemente porque son más numerosas y muchas de ellas son extremadamente vulnerables y han sufrido enormes pérdidas. Las familias musulmanas, que se encuentran más aisladas, privadas de todo y en permanente riesgo de inseguridad, también tienen enormes necesidades y también deben recibir ayuda. Debemos seguir trabajando con todas las comunidades de acuerdo a su grado de vulnerabilidad, independientemente de su religión”, señala Nicolas.
Acción contra el Hambre está presente en Centroáfrica desde hace ocho años, y desde principios de diciembre de 2013 en una veintena de puntos en Bangui y en Bossangoa en respuesta a la emergencia, para tratar y prevenir la desnutrición. Durante los últimos días, los equipos de Acción contra el Hambre se vienen enfrentando a las continuas tensiones mientras llevan a cabo su trabajo asistiendo a las poblaciones más vulnerables.
Acción contra el Hambre es una organización humanitaria internacional e independiente que combate la desnutrición infantil a la vez que garantiza agua y medios de vida seguros a las poblaciones más vulnerables. Intervenimos en más de 45 países apoyando a más de siete millones de personas. Nuestra visión es un mundo sin desnutrición; nuestro primer objetivo, devolver la dignidad a quienes hoy viven amenazados por el hambre.
























