Sudán del Sur: se agrava la crisis alimentaria

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La FAO alerta sobre el deterioro de la situación y la necesidad de aumentar la resiliencia

6 de febrero de 2015, Juba – Hasta 2,5 millones de personas -cerca de la quinta parte de la población- padecen inseguridad alimentaria a nivel de crisis o de emergencia mientras continúan los combates en Sudán del Sur, según el último informe de la Clasificación integrada de la seguridad alimentaria en fases (CIF) dado a conocer esta semana. Esta cifra preocupante supone más del doble del número de personas que padecía este nivel de inseguridad alimentaria en diciembre de 2013, cuando estalló el actual conflicto, situando al país africano una vez más al borde de una grave crisis alimentaria.
 
Otros 3,9 millones de personas se encuentran en un nivel de estrés de la seguridad alimentaria, según el informe de la CIF, parte de los cuales podrían pasar también a los niveles de crisis y de emergencia si no cuentan con apoyo a los medios de subsistencia, seguridad y acceso a los mercados.
 
“La pérdida de los ciclos agrícolas en las regiones del país asoladas por conflictos nos hace temer que las reservas de alimentos de las familias en los condados más afectados se acaben en marzo de 2015, mucho antes que en un año normal”, advirtió la Representante de la FAO en Sudán del Sur, Sue Lautze.
 
Según los patrones estacionales, se espera que la crisis alimentaria se agrave y el riesgo de un profundo deterioro será mayor entre abril y julio de este año, cuando la temporada de carestía alcance su punto álgido, añadió Lautze.
 
Los estados sursudaneses sin conflictos activos ¬Warrap, Lagos, Bahr-el-Ghazal occidental y septentrional y Equatoria occidental, central y oriental- tienen un gran potencial para producir alimentos suficientes para sostener el resto del país, pero la falta de infraestructuras, insumos y tecnología son parte de los múltiples factores que limitan actualmente la productividad.
 
Aumentar las ayudas
 
“Tenemos que seguir invirtiendo en dos frentes: por un lado, proporcionar ayuda humanitaria para evitar que las zonas más afectadas deriven hacia una crisis más grave, y por otro, impulsar la producción alimentaria y las economías locales de las zonas más estables, de forma que puedan apoyar la recuperación en otras áreas del país”, explicó Lautze.
 
La FAO busca urgentemente 32 millones de dólares EEUU adicionales para mantener y ampliar sus actuales operaciones en Sudán del Sur, así como para obtener los suministros necesarios para el año próximo.
 
En el pasado año, la FAO asistió a más de 3,2 millones de personas (538 000 familias), con más de 570 000 equipos de emergencia a través de su Programa de Respuesta de Emergencia para los Medios de Subsistencia. Este material contiene insumos esenciales como semillas de hortalizas y de cultivos básicos y aperos agrícolas, equipos veterinarios e aparejos de pesca que han estado llegando a las comunidades afectadas por camión y lanzamientos por vía aérea.
 
Al mismo tiempo, la FAO continúa trabajando en la creación de medios de vida y sistemas alimentarios resilientes, apoyando la producción local y el acceso a los alimentos y el comercio.
 
Producción interrumpida: crisis a la vista
 
Con el conflicto que arrasa los estados septentrionales de Jonglei, Unity y Alto Nilo, hasta el 80 por ciento de las población en estas áreas no ha sido capaz de cultivar durante la última campaña agrícola.
 
Los esfuerzos coordinados a gran escala de una amplia red de organismos, donantes y asociados, incluyendo la FAO, han sido cruciales para evitar que los 12 estados afectados por conflictos pasaran de un nivel de crisis al de emergencia de inseguridad alimentaria. La seguridad alimentaria y los medios de vida en estas áreas dependen en gran medida de la capacidad de los organismos humanitarios y sus socios para intervenir de forma planificada, por lo que es indispensable que reciban apoyo continuado.
 
Los condados situados en primera línea de los conflictos violentos siguen en fase de emergencia, y los organismos humanitarios se esfuerzan en ofrecer planes de ayuda sólidos en un marco de incertidumbre de acceso a las zonas afectadas. Sin un mejor acceso, la FAO teme que las comunidades afectadas podrían quedar atrapadas en condiciones de emergencia hasta la próxima cosecha, que comenzará en agosto de 2015.
 
Crear resiliencia, alimentar el país
 
Algunos estados afectados por la violencia entre comunidades y el robo de ganado, -como Warrap y Lagos-, han visto empeorar su seguridad alimentaria desde diciembre de 2014, ya que las comunidades luchan para alimentar a la población desplazada. En consecuencia, la mayoría de los condados en estos estados están ahora clasificados en el nivel de “crisis”.
 
Es necesario desarrollar con urgencia en estas áreas intervenciones para fomentar la resiliencia y crear habilidades, proteger los activos productivos, generar ingresos y ampliar el acceso a los mercados con el fin de impedir que las comunidades caigan aún más en la inseguridad alimentaria.
 
“Cuando visité Sudán del Sur el mes pasado, resultaba evidente la resiliencia de la población local, incluso enfrentada a circunstancias extremadamente difíciles. Los productores de Sudán del Sur son capaces de alimentar a su país y aliviar la crisis actual, pero necesitan nuestro apoyo ahora“, subrayó Dominique Burgeon, Director de la División de Emergencia y Rehabilitación de la FAO.
 
“La temporada seca supone una oportunidad única para implementar programas que fortalezcan los medios de vida, ya que es posible viajar a la mayoría de las zonas del país por carretera y hay más oportunidades de asociarse con otras organizaciones”, añadió Burgeon.
 
Información actualizada
 
La FAO continúa proporcionando información fundamental, análisis y coordinación sobre la seguridad alimentaria en Sudán del Sur como socio líder en el proceso de la CIF y corresponsable del Grupo de Seguridad Alimentaria y Medios de Vida. El último informe de CIF aprobado por el Gobierno de la República de Sudán del Sur puede encontrarse en
http://www.ipcinfo.org/
 
El próximo análisis de la CIF para Sudán del Sur se completará en abril de 2015.

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Food crisis escalates in South Sudan

FAO warns of deteriorating situation, need to expand resilience efforts

06 February 2015, Juba – A staggering 2.5 million people – about one-fifth of the population – remain in either Crisis or Emergency level food insecurity as fighting continues in South Sudan, according to the latest Integrated Food Security Phase Classification (IPC) report, released this week.

This is more than double the number of people who were experiencing this level of food insecurity in December 2013, when the current conflict broke out, bringing the country once again to the brink of a major hunger crisis.

An additional 3.9 million people are in a state of food security Stress, according to the report, some of whom are likely to slip into Crisis and Emergency if livelihood support, security and markets fail.

“Missed crop cycles in conflict-ravaged parts of the country mean we’re now expecting household food stocks in the worst-affected counties to run out by March 2015 –  much earlier than in a normal year,” said FAO Country Representative in South Sudan Sue Lautze.

According to seasonal patterns, the food crisis is expected to deepen and the risk of a dramatic deterioration will be greatest between April and July this year, when the lean season reaches its peak, she added.

States without active conflict ­– Warrap, Lakes, Western and Northern Bahr-el Ghazal, and Western, Central, and Eastern Equatoria – have great potential to produce enough food to sustain the rest of the country, but a lack of infrastructure, inputs and technology are among a myriad of factors that currently limit productivity.

Stepping up support now

“We have to continue to invest on two tracks: one, provide humanitarian aid to prevent the most affected areas from sliding into greater crisis and, two, boost food production and local economies in the more stable areas, so they can support recovery in other parts of the country,” according to Lautze.

FAO is urgently seeking an additional $32 million to maintain and expand its current operations in South Sudan, as well as to procure supplies needed for the coming year.

In the past year, FAO has already reached over 3.2 million people (538 000 households) with more than 570 000 emergency livelihood kits through its Emergency Livelihood Response Programme. The kits contain portable, essential inputs, including vegetable seeds, crop seeds and tools, animal health equipment and fishing inputs that have been reaching affected communities by truck and airdrop.

At the same time FAO continues to work on building resilient livelihoods and food systems by supporting local food production, access and trade.

Interrupted production, looming crisis

As conflict rages in the northern states of Jonglei, Unity, and Upper Nile, up to 80 percent of people in these areas were unable to cultivate crops during the last agricultural season.

The coordinated, large-scale efforts of a wide network of agencies, donors and partners, including FAO, have been crucial in preventing 12 conflict-affected states from deteriorating from Crisis to Emergency levels of food insecurity. Food security and livelihoods in these areas depend heavily on the ability of humanitarian agencies and partners to deliver planned interventions, and continued support is essential.

Counties on the frontlines of violent conflict remain in Emergency phase, with humanitarian agencies struggling to make robust assistance plans amidst uncertain access to affected areas. Without better access, FAO fears affected communities could be trapped in Emergency conditions until the next harvest, starting in August 2015.

Building resilience, feeding the country

Some states affected by inter-communal violence and cattle raiding, including Warrap and Lakes, have seen their food security worsen since December 2014, as communities there struggle to feed displaced populations – the majority of counties in these states are now classified as Crisis level.

In these areas, resilience-building interventions are urgently needed to build skills, protect productive assets, generate income and expand access to markets in order to prevent communities from sliding further into food insecurity.  

“When I visited South Sudan last month, it was clear just how resilient local populations are, even when facing extremely difficult circumstances. Producers in South Sudan are able to feed their country and alleviate the current crisis, but they need our support now,” said Dominique Burgeon, Director of FAO’s Emergency and Rehabilitation Division.

“The dry season offers a unique opportunity to implement programs that strengthen livelihoods, as travel to most areas by road is possible and opportunities to partner with other organizations are greater,” Burgeon said.

Up-to-date information

FAO continues to provide crucial food security information, analysis and coordination in South Sudan as a leading partner in the IPC process and co-lead of the Food Security and Livelihoods Cluster. The latest IPC report endorsed by the Government of the Republic of South Sudan can be found at http://www.ipcinfo.org/. The next comprehensive IPC analysis for South Sudan will be completed in April 2015.