CODESPA y la Fundación Mainel han trabajado en red en un proyecto de fortalecimiento del Sistema de Educación en Alternancia en Perú, a través, principalmente, de la formación de monitores y directores de estos centros, y han transmitido sus experiencias a estudiantes valencianos.
La colaboración de ambas instituciones ha permitido aunar sinergias a la hora de conseguir financiación para desarrollar el proyecto, pero también para transmitir las experiencias vitales de los adolescentes peruanos en colegios e institutos valencianos. Una acción encaminada a fomentar en los jóvenes la importancia de la formación, el esfuerzo y el emprendimiento, justo en un delicado momento de incertidumbre sobre su futuro profesional, así como para desarrollar su solidaridad. Unos 300 valencianos ya han podido acercarse a este proyecto y conocer cómo viven otros adolescentes peruanos con menos suerte pero con muchas ganas de salir adelante y apoyar la precaria economía de sus familias.
Los centros educativos pueden solicitar esta formación a la Fundación Mainel. Basta con enviar un correo electrónico pidiendo una sesión de sensibilización a fundacion@mainel.org.
Los valencianos que ya han participado en el programa han podido conocer qué es un Centro Rural de Formación en Alternancia (CRFA). Es ante todo una asociación de familias, personas e instituciones para fomentar el desarrollo local sostenible a través de actividades de formación, principalmente de jóvenes y sus familias.
Los CRFA se asientan en el método de la Pedagogía de la Alternancia, que consiste en combinar periodos de estancia formativa en los CFRA con periodos de desarrollo de una experiencia profesional de los estudiantes. De esta forma, los alumnos se implican en situaciones reales de trabajo. El ritmo de la alternancia suele ser de dos semanas en el lugar del trabajo y de dos en el CRFA.
En este sistema pedagógico el proceso de enseñanza–aprendizaje se desarrolla a partir de la experiencia y de la realidad concreta de los alumnos, donde el medio socio-profesional representa el eje principal de esta propuesta pedagógica.
En Perú, este sistema educativo nació en el medio rural en el año 2000, de la mano de la organización peruana PRORURAL. En 2001 se presentó la propuesta al gobierno peruano, y en 2002 se empezó con las tres primeras escuelas en Alternancia, dos en Cusco y una en Piura. Actualmente hay más de 40 dedicadas a la educación secundaria y cuentan con todo el soporte del estado. Un total de 2.250 alumnos de las zonas rurales del país reciben este tipo de educación.
Josep Maria Oliveras, gerente de la Fundación Mainel, ha podido comprobar el funcionamiento de estos centros en el terreno: “Es llamativo ver que todos los alumnos y alumnas están trabajando un proyecto personal que les va a permitir crear su propia empresa. Y lo más importante es que podrán trabajar en el sitio donde viven sin necesidad de emigrar”.
La Pedagogía de la Alternancia tiene su origen en Francia, en 1935, cuando un grupo de agricultores descontentos con la educación que recibían sus hijos en el medio urbano, dieron inicio a un proceso formativo de jóvenes rurales denominado “Maison Familiale Rurale” o Casa Familiar Rural. Según cifras obtenidas hasta el año 2006, existen 1.244 Casas Familiares Rurales en 39 países de 4 continentes, de los cuales 527 están en Europa, 531 en América, 172 en África y 14 en Asia, que involucran en total a más de 70.000 familias rurales, atendiendo a un número aproximado de 150.000 alumnos.























