Greenpeace proyecta «I love nuclear» sobre el ministro Soria durante su discurso en los Premios de la Energía

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Ayer, activistas de Greenpeace estuvieron presentes durante el discurso del ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria López, y han proyectado el mensaje «I love nuclear» durante el acto de entrega de los «XXIII Premios de la Energía», del Club Español de la Energía en el Hotel Palace de Madrid, evento dirigido por Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.

Con esta acción Greenpeace quiere denunciar que el Ministerio de Industria defiende a las energías sucias a través de su política energética y realiza un acoso a las energías renovables sin precedentes. La organización ecologista recuerda que esta política solo responde a los intereses de las grandes compañías eléctricas y petroleras. Este hecho ha quedado demostrado en el discurso realizado por Soria, con afirmaciones como que «el descubrimiento de petróleo en Canarias es la noticia más importante de la historia energética de España». Con esta declaración el ministro expone cómo ignora las exigencias de sostenibilidad ambiental que ha de tener el sistema energético.

Además, los activistas han activado una «web alternativa» en el entorno wifi del hotel Palace en la que se especifican lasdemandas de Greenpeace para el Ministerio:
– Derogar de inmediato la moratoria al desarrollo de las energías renovables.
– Abandonar los planes de extracción de petróleo en la costa.
– Cerrar la central nuclear de Garoña y no prolongar la vida de ninguna otra nuclear.
– Abandonar el proyecto de construcción del cementerio nuclear centralizado.
– Eliminar toda subvención a la quema de carbón. 

Según la organización ecologista, el ministro Soria sabe que actualmente en España hay un grave exceso de capacidad instalada de generación eléctrica, pero en vez de atreverse a retirar las centrales más sucias y peligrosas (carbón y nuclear), Soria ha optado por el camino que más interesa a las grandes eléctricas: frenar las renovables, a pesar del grave perjuicio ambiental, económico y laboral que esto supone para los intereses generales de España.

«El Ministerio de Industria está, en realidad, dirigido por J. Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, y por Antonio Brufau, presidente de Repsol. No podemos permanecer pasivos viendo cómo ellos marcan la política energética de España» ha afirmado Carlos Bravo, responsable del Área de Energía y Cambio Climático de Greenpeace, que ha asistido al acto. «Si el Gobierno de Mariano Rajoy quiere realmente sacar a España de la crisis, debe apoyarse en las únicas fuentes de energía de que disponemos, las renovables, que, además de ser más  limpias y seguras, son vitales para frenar el cambio climático. crear empleo y ahorrar recursos vitales en tiempos de crisis«. 

Greenpeace ha demostrado que las cosas se pueden hacer de otra manera. En su informe Energía 3.0, se muestra que un modelo energético que combina eficiencia, inteligencia, electrificación, integración de todos los sectores energéticos y un suministro 100% renovable es técnicamente viable, más barato, más limpio y ocuparía menos territorio que el actual mayoritariamente basado en energías sucias y peligrosas, las mismas que el ministro Soria quiere fomentar.  

Tres datos destacan entre las conclusiones del informe Energía 3.0:
Gracias a la eficiencia, la demanda de energía de la España peninsular se reduciría en 2050 en un 55% respecto a 2007 y en un 72% respecto a la tendencial.

El modelo Energía 3.0 es clave para luchar contra el cambio climático: permite alcanzar emisiones cero en España hacia mitad de siglo, mientras el sistema energético actual aumentaría las emisiones en más del 24%.

Con el modelo Energía 3.0, en 2050 el sistema energético en la España peninsular costaría en total un 91% menos de lo que costaría seguir con el sistema actual. El ahorro económico total de aquí a 2050 sería de más de 200.000 millones de euros al año en promedio, una cantidad diez veces superior al déficit español de petróleo y derivados.

Greenpeace pide al Gobierno que se comprometa a fijar los siguientes objetivos para no más tarde de 2050: suministro del 100% de la demanda de energía final total con energías renovables, reducción de la demanda de energía final en un 55% respecto a 2007 y reducción de emisiones al ritmo que sitúe a España en la trayectoria para alcanzar niveles cero de emisiones en el sector energético.

Estos objetivos deberían venir acompañados de medidas como: integración en el sistema energético de la edificación y de un sistema de transporte inteligente; evolucionar desde una economía dependiente de la venta de productos a una basada en la prestación de servicios; eliminación de todas las subvenciones a las energías sucias e ineficientes, e internalización de los costes externos; marco jurídico definido, previsible y estable, con rango de ley, para las energías renovables y la eficiencia energética; e integrar plenamente la demanda en la operación del sistema.