Naomi, una chica de 14 años juega al fútbol como una consumada profesional. Vive en uno de los barrios marginales de Nairobi y gracias a un programa de UNICEF y sus aliados, recibe formación sobre el SIDA, los riesgos y cómo evitarlo, puede jugar al fútbol y además recibe una asignación que le permite estudiar y mantener a su familia.