
Pedro José Linares, secretario confederal de Salud Laboral de CCOO y presidente de ISTAS-CCOO; José Vicente Martí Boscà, doctor en Medicina, profesor de la Universidad de Valencia y director del estudio; y José María Ordóñez Iriarte, doctor en Medicina Preventiva, presidente de la SESA y coordinador del estudio han presentado en rueda de prensa el estudio Cambio climático y salud que pone de manifiesto que el cambio climático es una amenaza seria para la población en España.
El clima es uno de los procesos que regulan la vida en el planeta y cualquier perturbación del mismo tiene repercusiones en el bienestar de la población, aseguran los expertos consultados en el estudio. Debido a su situación geográfica, a las características del territorio y su problemática ambiental, y a las circunstancias demográficas, socioculturales y económicas que atraviesa, España es un país con especial vulnerabilidad frente al cambio climático en el contexto europeo.
La mayoría de los expertos consultados para elaborar el informe opina que las actuaciones relativas a la salud humana reflejadas en las estrategias y planes de acción para hacer frente al cambio climático no son suficientes o adecuadas al problema. Tampoco perciben un compromiso serio ni eficaz en la lucha contra el cambio climático, ni en la mitigación, ni en la aplicación de los planes de adaptación en el sector salud.
La información que recibe la ciudadanía sobre los posibles efectos del cambio climático en su salud, dicen los expertos consultados, no es suficiente ni adecuada y señalan que los mensajes transmitidos en los medios de comunicación son contradictorios y frívolos y fomentan el desinterés de los ciudadanos. Como excepción se mencionan las recomendaciones relacionadas con las olas de calor.
El informe señala la falta de un liderazgo en la salud pública que refuerce la colaboración y coordinación entre las Administraciones autonómicas y la central y entre la Administración sanitaria y la ambiental. Este trabajo coordinado y con objetivos comunes debería estar por encima de ideologías políticas e intereses económicos, prevaleciendo los criterios técnicos y científicos sobre los políticos, aseguran los profesionales. Es necesaria también la dotación de una referencia documental y orgánica en el organigrama estatal y dentro del sistema de salud.
Conclusiones del estudio
1. El impacto del cambio climático en la salud humana es complejo y contiene elementos de incertidumbre en algunos aspectos. El proyecto se ha centrado en los efectos de este impacto que la comunidad científica considera más importantes para nuestro país
2. Para un abordaje adecuado de los problemas de salud, es necesario referirse al cambio global como conjunto de situaciones en las que el cambio climático es el elemento central, pero no el único (migraciones, envejecimiento de la población, costes de los servicios sanitarios…).
3. En España, las actuaciones de adaptación al impacto del cambio climático sobre la salud humana (Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático), requieren la implicación directa del Sistema Nacional de Salud.
4. Las actuaciones sanitarias, para ser efectivas, deben abarcar el conjunto de necesidades: investigación, sistemas de información, redes de vigilancia, sistema de indicadores, programas de intervención y comunicación del riesgo; la evaluación de todas ellas es un elemento indispensable.
5. Es imprescindible fortalecer la investigación sobre los factores de riesgo presentes en los escenarios de cambio climático en el territorio español.
6. La investigación sobre los problemas derivados del cambio climático en España -en concreto, sobre la vigilancia sanitaria de las aguas y la seguridad alimentaria, como elementos centrales de la salud de los ciudadanos- requiere un esfuerzo proporcional a sus debilidades actuales.
7. El programa sanitario más importante de adaptación al cambio climático, y casi el único, está destinado a las olas de calor. Supone un buen antecedente en la coordinación entre el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad y el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (Agencia Estatal de Meteorología), que debe potenciarse y ampliarse.
8. Es necesario mejorar la eficacia de la comunicación a la ciudadanía, en especial a la población de mayor riesgo así como a la red asistencial. La elaboración de protocolos específicos de comunicación ante los riesgos concretos para la salud debe ser tarea principal de todos los implicados.
9. El Observatorio de Salud y Cambio Climático, de los Ministerios de Sanidad, Política Social e Igualdad y de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, precisa ser una realidad cuanto antes, siendo la ejecución de sus propuestas ante el Sistema Nacional de Salud la mejor medida de su efectividad.
10. Aunque los trabajos del proyecto están destinados, de forma preferente, a la adaptación a los efectos del cambio climático en la salud, no debe olvidarse la importancia del sector sanitario como elemento productivo causante, de forma directa o indirecta, de contaminación y, por tanto, de emisión de gases de efecto invernadero. Las actuaciones de mitigación del propio sector sanitario tienen, además, la ventaja de aportar a los ciudadanos una mejora en su salud y sensibilizar sobre las prácticas saludables, objetivos básicos del sector.