Acto de Denuncia de la Masacre en Totonicapán (Guatemala)

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Fundación Cronos Vida y Cultura realizará hoy 10 de octubre de 2012, un acto a favor de la defensa de los derechos de todos los pueblos. Para que la multiculturalidad sea una construcción firme, en pos de un mundo mejor. Por ello, debemos de denunciar los recientes actos violentos en Totonicapán, los cuales nos relata en buen amigo de la Fundación, quien sufre en silencio el peligro de la represión:

“Antes de que se cumpla un año de gobierno del General Otto Pérez Molina, del Partido Patriota, ha acontecido un hecho que ha recordado la guerra que sufrió Guatemala y que duró 36 años, 36 años de masacres, violaciones y torturas a la población indígena, mayoritariamente. Una guerra que como bien refleja el libro de Guatemala nunca más, escrito por Monseñor Gerardi (muerto 2 días después de su publicación), fue la guerra del terror.

El pasado jueves 4 de Octubre se realizó una manifestación por el aumento de los años de estudio necesarios para poder ejercer como profesores, por el aumento del precio de la energía eléctrica y por otros temas. La manifestación se realizó en un punto muy concurrido de la Carretera Interamericana.

En el transcurso de la manifestación donde se paró el tráfico llegaron varias unidades del ejército que no dudaron en disparar en contra de los manifestantes con el saldo de 8 muertos (uno de ellos con 6 hijos) y 36 heridos graves. Las precarias ambulancias no dieron abasto, llegando los heridos a ocupar las palancanas de los picops policiales en busca de una ayuda que los llevara al hospital de Totonicapán. Los policías se limitaron a tirar a los heridos de su picop.

Los disparos que según fuentes oficiales se debieron a la defensa de los efectivos del ejército no sólo llegaron a los manifestantes que había en la carretera sino también a los que se escondían en los cultivos.

Esto ha sido un paso más en la represión que se ha estado dando en los últimos meses con detenciones a los estudiantes manifestados e inclusión de estos en cárceles preventivas compartidas con mareros y otros delincuentes mayores en condiciones terroríficas.

El resultado de este suceso ha sido la mayor unión del pueblo k’iche’ presente en Totonicapán (donde la población indígena supera el 90%) y otros departamentos, el llanto de todo un pueblo al enterrar a 8 de sus hijos que lo único que estaba haciendo era manifestarse, la voz hipócrita de lamento del mismo gobierno al que pertenece el ejército causante de las muertes y nada más… porque esto se puede repetir en cualquier momento. Quedan 3 años de gobierno.”