El 5º Global Eco Forum comenzó con intensos debates en torno a la energía, la conexión norte-sur y los retos que plantea la crisis

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El pasado jueves comenzó la primera de las sesiones del Global Eco Forum, foro Euromediterráneo sobre sostenibilidad que se celebra en La Pedrera (Casa Milà, Barcelona), organizado por eco-union.

La inauguración contó con las intervenciones de Jeremie Fosse, presidente de eco-union y director del Global Eco Forum, Miquel Rafa (Fundació Caixa Catalunya), Marta Subirà (Generalitat de Catalunya), Joan Puigdollers (Ajuntament de Barcelona) y Sonia Castañeda (Fundación Biodiversidad). Alessandro Galli, de Global Footprint Network, ha realizado a continuación una pequeña intervención en el Auditori.

El panorama de la huella ecológica en el Mediterráneo arroja cifras muy negativas: la huella ecológica excedió la capacidad biológica en al menos un 150% en el Mediterráneo. Italia, Francia y España son responsables del 50% del total. La conclusión es que se necesitarían más de dos regiones mediterráneas para sostener el consumo a estos niveles. 

El diálogo EL RETO ha contado con las intervenciones de Ronan Uhel, Lino Cardarelli, Sami Andoura y Hughes Ravenel. Nuevos rumbos energéticos (así como su potencialidad de generar empleo), la importancia de la información, la crisis en la ribera norte y sur y la gestión de los recursos hídricos han sido algunos de los temas abordados por estos expertos. 

El danés Ronan Uhel, Responsable del programa Natural Systems and Vulnerability, European Environment Agency, ha destacado que uno de los grandes problemas que hay en la región es la inaccesibilidad de la información, complicación que resulta increíble en estos tiempos que corren, y ante la que existe la necesidad de crear procesos y procedimientos. Por su parte, Lino Cardarelli, Secretario General del Union for the Mediterranean, ha sido mucho más optimista al resaltar las posibilidades que se abren incluso en el escenario de crisis actual, económica y social. “Hemos estado viviendo en la ambigüedad en los últimos años”, ha asegurado el economista y banquero italiano, quien ha insistido en la conveniencia de apostar por una economía social de mercado en la que el retorno se produzca en el hombre. 

La transición energética hacia una economía de bajo consumo de carbono es el reto del think tank europeo al que representa el investigador Sami Andoura (Nôtre Europe). Andoura ha destacado el “potencial enorme en el sur mediterráneo en cuanto a la energía eólica y solar”, y ha hablado de interesantes proyectos (Plan Solar), así como de la creación de empleo que pueden generar las renovables.

El primer diálogo lo ha cerrado Hugues Ravenel, de Plan Bleu, “un interfaz entre la ciencia y las decisiones en torno al desarrollo sostenible”, en defnición del propio Ravenel. Éste ha insistido en la necesidad de que el diálogo sea de doble vía, y en tener en cuenta a algo más que la comunidad científca (los ámbitos de toma de decisiones). Ravenel ha destacado también la importancia de prever una política que cree nuevos recursos hídricos (desalinización) y gestione mejor los recursos para que sean efcientes y tengan uso energético. La cuenca mediterránea se caracteriza por su diversidad económica, y si se promueven objetivos sostenibles, esta estrategia se podría exportar a nivel mundial, según el director Plan Bleu. 

Seguidamente ha tenido lugar el diálogo EL CÍRCULO, en el que se han abordado cuestiones que tienen que ver con las conexiones norte-sur. Soukeina Bouraoui, Pablo Cabrera, Gerhard Knies y Gianluca Solera han formado parte de este debate. 

Soukeina Bouraoui, directora del Arab Women for Training and Research (Túnez), ha añadido las cuestiones de género al vínculo de economía verde y medioambiente sostenible en su discurso, de marcado carácter reivindicativo. En especial al referirse a cómo las mujeres del sur del Mediterráneo “no son culpables” de los males del cambio climático. Desde la perspectiva de la sostenibilidad, las mujeres del sur están intentando sacar del ciclo de la pobreza a sus familias, ha dicho Baouraoui, en un escenario en el que las emprendedoras tienen un papel importantísimo en la sostenibilidad. 

Pablo Cabrera, de Fairtrade España (sello Comercio Justo, España), por su parte, ha hablado de esta certifcación social que vincula a productores y a consumidores, y que claramente vincula el “consumo responsable con el desarrollo sostenible”, ha dicho Cabrera. 

La certifcación de Comercio Justo es, según su director en España, un instrumento útil de cambio y cercano que no se puede utilizar de forma aislada. Gracias a la certifcación acceden a circuitos de venta los pequeños productores, que promueven, en complicidad con los consumidores, un cambio en el paradigma del propio consumo en nuestras sociedades. 

“El cambio climático nos ha puesto en el mismo barco a todos”. Así ha comenzado su intervención el físico Gerhard Knies, uno de los fundadores de Desertec Foundation, cuya misión es buscar energía limpia en los desiertos de Oriente Medio y norte de África. La energía de los desiertos es solar, y su potencial económico, el sufciente como para tomárselo en serio. Se puede distribuir esa energía de 3.000 kilómetros para proveer al 90% de la población mundial. Por último, en una intervención que ha apelado a los recientes movimientos de la sociedad civil en la región euromediterránea (indignados, Primavera Árabe), Gianluca Solera, de la Anna Lindh Foundation, se ha referido a la la independencia como creadora de relaciones de dependencia con respecto a los recursos (la “paradoja ecológica”, según el flósofo francés Edgar Morin). Así, Solera ha fnalizado su turno insistiendo en la necesidad de crear una identidad mediterránea sustentada en la armonía entre el ser humano y la Naturaleza, para lo cual la cultura es el fundamental, como catalizadora y creadora de nuevas mentalidades. 

Sobre eco-union 

eco-union es una asociación sin ánimo de lucro que trabaja en generar agentes de cambio en los diferentes sectores de la sociedad, administración publica, mundo económico y actores sociales para catalizar así la transición hacia la sostenibilidad. eco-union capacita a las personas, conecta a los actores e innova en la sociedad mediante sus actividades: formación por la sostenibilidad, cursos, talleres, e- learning 2.0 dinamización de encuentros temáticos virtuales y presenciales videoconferencias, debates online, cineforum organización del Global Eco Forum, diálogo internacional multistakeholder. En torno a estas actividades y en colaboración con otras entidades, eco-union desarrolla una serie de proyectos en los cuales la innovación y el uso de las nuevas tecnologías para la creación de redes y sinergias constituyen el eje motor.