
La seguridad alimentaria en el Sahel continúa en situación precaria
4 de septiembre de 2013, Roma – Cerca de 11 millones de personas en el Sahel continúan en situación de grave inseguridad alimentaria, según alertó hoy la FAO. Las familias pobres han agotado sus reservas de alimentos y se enfrentan a la subida de precios en espera de la próxima cosecha.
La Organización de la ONU ha realizado un llamamiento a la comunidad internacional para incrementar los fondos y ayudar a los agricultores y ganaderos más vulnerables de la región al sur del Sahara.
A pesar del llamamiento para conseguir un total de 113,1 millones de dólares EEUU este año para apoyar a casi 6 millones de personas vulnerables en el Sahel , sólo se han recibido 19,4 millones de dólares, el 17 por ciento del total.
Con las aportaciones recibidas hasta la fecha, la FAO ha estado apoyando a 1,6 millones de agricultores, agropastoralistas y ganaderos.
“Las crisis alimentarias y nutricionales recurrentes en el Sahel en 2005, 2008 y 2012 han erosionado la capacidad de los pobres para mantener o restablecer sus medios de subsistencia”, señaló Lamourdia Thiombiano, responsable interino de la Oficina Regional de la FAO para África y la Oficina subregional para África Occidental. “En lugar de trabajar en sus propios campos –añadió-, muchos agricultores pobres se ven obligados a vender su mano de obra y no pudieron beneficiarse de la meteorología favorable de 2012”.
«Las necesidades de la región del Sahel son enormes y se requiere un compromiso renovado de la comunidad de donantes para apoyar la agricultura y la ganadería», explicó Thiombiano. «Invertir en la agricultura y fortalecer la resiliencia de los agricultores pobres –explicó-, ayuda a reducir el hambre y la pobreza y evitar las crisis alimentarias futuras en la región».
La crisis continúa
La situación de seguridad alimentaria es especialmente preocupante en el norte de Malí, el norte de Nigeria y los países vecinos, donde los precios de los cereales secundarios como el sorgo, el mijo y el maíz continúan aumentando.
El estado nutricional de los niños menores de cinco años también sigue siendo preocupante, continuando una alta prevalencia de la malnutrición aguda y la tendencia al alza en los ingresos a los centros de rehabilitación nutricional, cercana de los niveles de 2012, en particular en Chad, Malí, Níger y Nigeria. Más de 1,4 millones de niños están en riesgo de malnutrición severa en 2013.
Las familias se ven afectadas
Este año la temporada de carestía -también llamada temporada del hambre, la que se produce entre dos cosechas-, llegó antes de lo habitual debido a los efectos negativos que la crisis de 2012 tuvo sobre los hogares más pobres. Las familias se vieron obligadas a vender sus cereales para pagar sus deudas. Perdieron el ganado y éste tuvo una baja tasa de natalidad. Las familias que han agotado en gran parte sus reservas de alimentos se ven obligadas a comprarlos en el mercado justo en el momento en que los precios son elevados.
Al mismo tiempo, los desplazamientos de población debido a la inseguridad en algunas partes de la región -en particular, Malí y Nigeria- han provocado aún mayor presión sobre las comunidades de acogida, ya afectadas por la reciente crisis alimentaria y nutricional, y han aumentado la competencia por el acceso a los servicios básicos.
Muchos refugiados trajeron su ganado con ellos, añadiendo presión sobre los pastos y el agua ya escasos, poniendo en peligro al ganado de la región con la posible propagación de enfermedades animales y el aumento de los conflictos entre los pastores refugiados y las comunidades de acogida.
Con el fin de asegurarse un mínimo de ingresos, las familias rurales más pobres recurren a la venta de su mano de obra, en lugar de trabajar su propia tierra. Como consecuencia de ello, los más vulnerables no pudieron beneficiarse de las buenas condiciones climáticas y la buena cosecha de 2012.
Estrategia de la FAO para crear resiliencia
La FAO trabaja para crear resiliencia entre los agricultores y ganaderos y que tengan capacidad de afrontar estos impactos.
Se necesitan fondos para suministrar semillas, fertilizantes y aperos agrícolas a los pequeños agricultores para la próxima temporada agrícola -de octubre de 2013 a abril de 2014- y para mejorar el almacenamiento, procesado y transporte de los productos agrícolas, así como la educación nutricional. Para apoyar a los pastores de la región, se requiere también financiación para piensos, campañas de sanidad animal, la recuperación de la cabaña ganadera y el apoyo técnico para mejorar la gestión del ganado.
Para reforzar la capacidad productiva de la región y la resiliencia de las poblaciones del Sahel es crucial contar con actividades de alerta temprana y preparación para predecir y mitigar futuras crisis, así como la rehabilitación de los sistemas de riego y puntos de agua y la restauración de las tierras degradadas.
Entre los principales donantes que apoyan la campaña de la FAO en el Sahel figuran Alemania, Austria, Bélgica, la Comisión Europea, España, Finlandia, Francia, Italia, Noruega, Sudáfrica, Suecia, Suiza y USAID.
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Food security situation in the Sahel remains dire
11 million people are food insecure – Support for food and livestock production urgently needed – FAO appeal
4 September 2013, Rome – About 11 million people in the Sahel are still severely food insecure, FAO warned today. Poor families have used up their food stocks and are facing high food prices awaiting the next harvest.
FAO is appealing to the international community to increase funding for aid to the most vulnerable farmers and herders in the region south of the Sahara.
Despite an FAO appeal for a total of $113.1 million this year to support almost 6 million vulnerable people in the Sahel, only $19.4 million has been received, about 17 percent of the total.
With the contributions received so far, FAO has been supporting 1.6 million farmers, agropastoralists and pastoralists.
«The recurrent food and nutrition crises in the Sahel in 2005, 2008 and 2012 have eroded the capacity of the poor to maintain or restore their livelihoods,» said Lamourdia Thiombiano, interim head of the FAO Regional Office for Africa and the Subregional Office for West Africa. «Instead of working their own fields, many poor farmers are forced to sell their labour and were unable to benefit from the good weather of 2012.»
«The needs of the Sahel region are enormous and a renewed commitment from the donor community is required to support agriculture and livestock production,» he said. «Investing in agriculture and strengthening the resilience of poor farmers helps to reduce hunger and poverty and to fend off future food crises in the region.»
The crisis continues
Of particular concern is the food security situation in northern Mali, northern Nigeria and neighbouring countries, where prices for coarse grains such as sorghum, millet and maize continue to increase.
The nutritional status of children under five also remains worrisome, with a continuing high prevalence of acute malnutrition. Admissions to nutrition rehabilitation centres are close to 2012 levels, particularly in Chad, Mali, the Niger and Nigeria. Over 1.4 million children are at risk of severe malnutrition in 2013.
How households are affected
This year the lean season, also called the hunger season, came earlier than usual because of the negative effects the 2012 crisis had on the poorest households. Families were forced to sell their cereals to pay their debts. They lost livestock and had low livestock birth rates. Families that have mostly exhausted their food stocks are obliged to buy food at the market just as food prices are high.
At the same time, population displacements due to insecurity in some parts of the region – in particular Mali and Nigeria – have caused further stress on host communities already affected by the recent food and nutrition crises, and have increased competition over access to basic services.
Many refugees brought their livestock with them, adding pressure on scarce grazing land and water, endangering animals in the region with the possible spread of animal diseases and increasing conflict between pastoralist refugees and host communities.
In order to be sure of a minimum revenue, the poorest rural households resort to selling their labour instead of working their own land. As a consequence, the most vulnerable were unable to profit from the good climatic conditions and good harvest of 2012.
FAO’s strategy builds resilience
FAO works to build up the resilience of farmers and herders to withstand such shocks.
Funding is needed to provide seeds, fertilizer and small agricultural tools to farmers for the next agricultural season, which runs from October 2013 to April 2014; to strengthen storage, processing and transportation of agricultural goods; and for nutrition education. To support the region’s pastoralists, funding is also needed for livestock food supplements, animal health campaigns, herd restocking and technical support to improve livestock management.
Early warning and preparedness activities to predict and mitigate future crises, rehabilitation of irrigation systems and water points as well as restoration of degraded lands are key to reinforce the productive capacities in the area and the resilience of the Sahelian populations.
Main donors supporting FAO’s campaign in the Sahel include Austria, Belgium, European Commission, Finland, France, Germany, Italy, Norway, South Africa, Spain, Sweden, Switzerland and USAID.