La nutrición personalizada basada en el genoma facilitará la predicción y prevención de la obesidad y otras enfermedades comunes

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Desde el descubrimiento del genoma humano en 2001, la nutrigenética ha permitido aportar pautas nutricionales personalizadas a cada persona, en función de su ADN. De hecho, el Dr. José Ordovás, Director del Laboratorio de Nutrigenética y Nutrigenómica de la Universidad de Tufts (Boston, Estados Unidos), explica que “a lo largo de la historia, la nutrición ha ido dando forma a nuestros genes, y catalizando los cambios que nos dieron las capacidades intelectuales que tenemos hoy en día”.

 

La situación actual de la nutrigenética y su evolución a lo largo de estos años es uno de los ámbitos que analizan los especialistas que se reúnen estos días en Granada con motivo del 20º Congreso Internacional de Nutrición de la IUNS.  La genética y la nutrición como actividades biológicas están muy vinculadas. Según el Dr. Ordovás, “cada uno de nosotros nos diferenciamos genéticamente de los demás seres humanos y esto hace, entre otras cosas, que la interacción que cada uno de nosotros tiene con los alimentos y sus nutrientes sea ligera o drásticamente diferentes”. De esta manera, la nutrigenética se centra en el estudio del genoma particular de un individuo para, a partir de sus características, determinar el riesgo que tiene una persona de padecer una determinada enfermedad en el futuro. Gracias a este estudio, los nutricionistas pueden recomendar un tipo de dieta u otro y minimizar dicho riesgo.

 

 

El ejercicio físico aporta beneficios a la salud independientemente de la masa corporal

 

Las personas obesas que practican ejercicio tienen menos riesgo de fallecer o desarrollar enfermedades crónicas en los próximos diez años que aquellos sin problemas de peso que no están en forma, según las conclusiones de un estudio de Steven Blair, de la Universidad de Carolina del Sur (EE UU), que el investigador ha presentado en la mesa redonda “Healthy Life Style Promotion”, celebrada durante el 20 Congreso Internacional de Nutrición de la IUNS que se está celebrando en Granada (España).

 

Blair, experto en el estudio del ejercicio físico sobre la salud reconoce que “la actividad física es uno de las conductas que, junto a la dieta, el control del estrés, el buen sueño  y no fumar, y añadidas a los genes, pueden ayudar a reducir las enfermedades  crónicas no transmisibles, como las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes,  la obesidad y las patologías respiratorias, que son la principal causa de mortalidad en el mundo”.