Así lo afirma Carmen Quintanilla, quien apuesta por la mujer, por la igualdad de hombres y mujeres, por su visibilidad y normalización, y por las mujeres con discapacidad y su presencia en la sociedad, así como por su respeto como mujeres y como personas.
La Comisión de Igualdad del Congreso fue galardonada con el Premio cermi.es 2013 en la categoría a la Mejor Acción en beneficio de las mujeres con discapacidad.
(Madrid, 17 de enero de 2014).– En opinión de la presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso, Carmen Quintanilla, las mujeres con discapacidad “tienen que ser respetadas por la sociedad, de la misma manera que tenemos que hacer un cambio de mentalidad para la corresponsabilidad de hombres y mujeres en lo público y lo privado”.
Así lo manifiesta en una entrevista concedida al número 107 del periódico ‘cermi.es semanal’ –órgano de expresión del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI).
Quintanilla se refiere al ocultismo que ha existido en torno a la discapacidad, pero que “hoy, gracias al CERMI y a la Fundación ONCE, se ha visibilizado”. Sin embargo, reconoce, “todavía queda incluirlos en una sociedad que crea en ellos, en materia de empleo, en valorar su independencia y su capacidad de crear una familia”.
En este sentido, también afirma que los medios de participación del caso de las mujeres rurales son menores para lograr esa inclusión, y, señala, “poco a poco vamos consiguiendo que esa sociedad rural también integre a las personas con discapacidad, que es mucho más difícil”.
“Las mujeres con discapacidad necesitan una visibilidad especial y necesitan también que las políticas de igualdad desde esta Comisión se impulsen”, asevera, al mismo tiempo que destaca que “tenemos que normalizar la igualdad entre hombres y mujeres como un principio democrático y constitucional, al igual que hay que normalizar la discapacidad”.
Como presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso, que recientemente recibió el Premio cermi.es 2013 a la Mejor Acción en beneficio de las mujeres con discapacidad, habla de su trabajo en el impulso de la igualdad en todas las mujeres, con o sin discapacidad.
Según expone Quintanilla, en la Comisión de Igualdad, de la que destaca el consenso y el acuerdo, “no nos ha costado trabajo el compromiso con la discapacidad y, además, el premio significa un impulso y un reto mucho mayor para mí y para todos los miembros de la Comisión”.
“Me gustaría que la Comisión de Igualdad se llamara la Comisión de Igualdad y de No Discriminación para que ahí pudiéramos conseguir también otras parcelas de la vida y de la sociedad en la que existe discriminación”, agrega.
Para Carmen Quintanilla, la Comisión de Igualdad es “tan importante como la de economía o de política social o agricultura, porque desde la igualdad estamos construyendo un mundo más justo y más equilibrado”. Además, continúa, “la igualdad es un compromiso de hombres y mujeres, no es un compromiso de las mujeres contra los hombres, sino que es un compromiso de hombres y mujeres para erradicar la violencia que sufren las mujeres, para erradicar la discriminación salarial o para poner en valor la importancia de las mujeres rurales”.
Con respecto a violencia de género, apunta a que la incidencia de la violencia contra las mujeres en España o de las personas que presentan una discapacidad “es escalofriante” y eso “hay que romperlo y decirlo”. “Si no se cuenta, no se conoce, y hay que conocerlo para que la gente se conciencie de que las personas con discapacidad no sólo sufren la discriminación por discapacidad, sino que sufren una doble y triple discriminación por ser mujer, por vivir en un mundo rural, etc.”, añade.
“Los planes de igualdad también son importantes, por ejemplo, para la lucha contra el fraude, porque también hay un fraude cuando no se cumple con las mujeres, o con la discapacidad”, subraya.
Por último, reconoce su admiración por entidades como el CERMI o la Fundación ONCE por lo que han supuesto en el aglutinamiento de todas las organizaciones no gubernamentales de personas con discapacidad en España y por el gran esfuerzo que realizan.