Así lo ha manifestado hoy su presidenta, Paloma Martínez
· A pesar de que se calcula que 1 de cada 150 personas sufren este trastorno en nuestro país
· El síndrome de Asperger afecta al desarrollo y provoca que se produzca de un modo alternativo al de la población estadísticamente normal. Esto hace que estas personas, que tienen siempre un cociente intelectual igual o superior a la media, tengan dificultades para ajustarse a los patrones sociales mayoritarios
(Madrid, 24 de febrero de 2014)-. La presidenta de la Asociación Asperger de Madrid y de la Federación Asperger España (FAE), Paloma Martínez, ha denunciado que, aunque se calcula que 1 de cada 150 personas es Asperger en nuestro país, “no existe en nuestra Sanidad un sistema de detección centralizado y fiable, que facilite a pacientes y familias un diagnóstico y una derivación”.
Esto genera problemas a la hora de establecer baremos que determinen el grado de discapacidad de la persona para acceder al Certificado de Discapacidad, y puedan beneficiarse de la Ley de Dependencia, “porque aunque hay muchas personas Asperger autónomas, en muchos otros casos, ésta es la única vía de ingresos a la que puede acceder una persona afectada”.
Además, el Asperger es un síndrome con alto componente hereditario, por lo que Martínez alerta de que en ocasiones se encuentran con familias que no son capaces de gestionar por sí mismas la discapacidad de sus hijos, “razón por la que consideramos imprescindible que desde el sistema, por lo menos, se les indique los pasos que deben seguir”.
Martínez ha explicado que los profesionales del servicio de atención de la FAE, tardan “un mes en diagnosticar si una persona es Asperger o no, realizando visitas al centro educativo, estudiando sus relaciones con el entorno etc.”, y considera “poco fiable” un diagnóstico derivado de una sola hora de entrevista con el afectado, tal y como sucede en la actualidad en las entrevistas para dictaminar el grado de discapacidad de estas personas.
¿Qué es el Síndrome de Asperger?
La presidenta de la FAE ha informado de que el síndrome de Asperger es un trastorno poco conocido y del que la sociedad tiene una imagen “poco realista debido a una serie de mitos que existen en torno a él, como el de que los afectados son siempre extremadamente inteligentes”.
La realidad, según ha contado la presidenta de la FAE, es que los perfiles de personas Asperger “son completamente diferentes entre sí, lo que hace difícil su detección, diagnóstico y en muchos casos, la aceptación por parte de las familias o de la propia persona”.
Se trata de un trastorno que afecta al desarrollo, provocando que éste se produzca de un modo alternativo al de la población estadísticamente normal o neurotípica. Esto hace que estas personas tengan problemas a la hora de relacionarse socialmente, aunque tengan siempre un cociente intelectual igual o superior a la media de la población.
“Lo que sí comparten las personas Asperger es una conciencia de la diferencia, ya que no se suelen ajustar a los patrones sociales mayoritarios, lo que conlleva a tener dificultades de relación y un gran sufrimiento personal”.
Acoso laboral e integrador social
“Además, el niño Asperger es siempre el raro o el diferente en el colegio”, explica Martínez, “lo que hace que sea especialmente vulnerable al acoso escolar, porque además no ha desarrollado mecanismos de defensa”. Por eso, otra de las reivindicaciones de la FAE es que se incluya en los centros de enseña la figura del integrador social, “que es quien estando en los recreos va a detectar mejor este tipo de problemática”.
La FAE defiende la educación inclusiva ya que las personas Asperger “tienen el mismo cociente intelectual que el resto y por tanto sus logros o fracasos pueden ser exactamente los mismos que los de los demás compañeros”.
Por esta razón, desde la Federación trabajan con el afectado, con la familia, los profesores y los compañeros, ya sean del ámbito educativo, como laboral, para que el entorno de la personas Asperger sea consciente de sus particularidades y sepa cómo afrontarlas.