En Madrid, BioCultura lleva ya treinta años de singladura, los cumple esta temporada. En
Bilbao, sin embargo, fue el año pasado su primera feria y, hogaño, llega a su segunda
edición. Euskadi es notable por su producción y consumo «bio», también en claro
ascenso. La edición vasca de BioCultura viene a demostrar que Euskadi tiene mucho
que decir en la nueva cultura «bio».
El sector ecológico, en la totalidad del estado español, no deja de crecer. Y no deja de crecer desde hace mucho tiempo. Pero no nos engañemos: hace tres década prácticamente nadie había oído hablar de ecología, alimentos «bio», cosmética orgánica, etc. Han sido muchos años de tropiezos, errores, baches, políticos ignorantes, etc. Sin embargo, ha valido la pena el esfuerzo. Ninguna energía bienintencionada se pierde en el universo. Todo acaba dando sus frutos, sabrosos y necesarios. Desde aquel entonces, BioCultura no ha dejado de subir y, por otro lado, se han ramificado sus esfuerzos. La última parada ha sido Bilbao, porque Euskadi ha demostrado ser una zona de gran fuerza en lo que atañe a consumo y producción «bio».
























