Viernes 5 de junio de 2015
Con motivo de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, la Secretaría Confederal de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO defiende un cambio del actual modelo de producción y consumo, responsable de una gran parte de los problemas ambientales que se manifiestan en nuestro Planeta.
Este cambio requiere repensar nuestra forma de producir y consumir desde una óptica circular, renovable y limpia que valorice económicamente cada uno de los elementos intervinientes en el proceso. Cambiar el paradigma de usar, tirar y reemplazar por retornar, reparar y reutilizar.
En opinión de CCOO, este cambio no es sólo una solución a los problemas ambientales, sino también una forma de recuperar un sistema productivo sostenible a largo plazo, con la consiguiente recuperación del empleo.
Para ello, reivindicamos políticas e instrumentos que impulsen este cambio de rumbo. El año pasado, la Comisión Europea presentaba su propuesta denominada «Hacia una economía circular: un programa de cero residuos para Europa». Desafortunadamente, meses más tarde se retiraba de la agenda política, a pesar de la oposición de la mayor parte de grupos que componen el Parlamento Europeo.
Desde CCOO apoyamos la superación del actual modelo de producción lineal, el cual, realiza un uso muy ineficiente de los recursos, que sigue utilizando gran cantidad de sustancias tóxicas que ponen en peligro la salud de los trabajadores y el medio ambiente y que genera importantes cantidades de residuos. Para ello, se debe evitar el uso de estas sustancias peligrosas, contemplando su sustitución desde la propia fase de diseño de los productos, lo que facilita la reutilización y el reciclaje de los mismos como materias primas secundarias y adoptando, asimismo, medidas que reduzcan la generación de residuos.
En este sentido, el reglamento europeo REACH es una herramienta eficaz para impulsar, aunque no a la velocidad deseada, la sustitución de sustancias muy preocupantes, al prohibir o restringir su uso a ciertas aplicaciones para las que no exista actualmente alguna alternativa. Hasta el momento ha servido como impulso al I+D+i al forzar a la industria a buscar alternativas técnica y económicamente viables. Sin embargo, desde agosto de 2014 el proceso según el cual se van restringiendo el uso de sustancias peligrosas se ha frenado, cuando estaba prevista la inclusión de nuevas sustancias anualmente. La propia industria química ha propuesto 12 nuevas sustancias muy peligrosas que no deben seguir utilizándose y cuya inclusión en el proceso de prohibición se ha paralizado. Este hecho supone un grave riesgo para la salud de los trabajadores y trabajadoras y para la población en general. Desde CCOO denunciamos la paralización del proceso por el que se sacan del mercado las sustancias más peligrosas y demandamos que se vuelva a poner en marcha lo antes posible.
Asimismo, demandamos la incorporacion de las mejores técnicas disponibles a la cadena productiva en un auténtico proceso participativo con todas las partes implicadas ( organizaciones sociales y ambientales, industria, Administraciones, etc) sin presiones de grupos interesados en la adopción de medidas menos comprometidas con la protección del medio ambiente y que no garantizan la adaptación y la innovaciòn tecnológica de las empresas, poniendo en riesgo su sostenibilidad en el tiempo y el empleo asociado a las mismas.
Un nuevo paradigma de producción limpia y circular es, también, una oportunidad para generar empleos de calidad, difícilmente deslocalizables. Según la propuesta de la Comisión Europea, la plena aplicación de la legislación vigente de residuos podría crear más de 400.000 empleos en la Unión Europea y el paquete de medidas hacia una economía circular podría generar otros 180.000 empleos adicionales.
La economía circular también ayudaría a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero debido a los ahorros en la extracción de materias primas y a los ahorros en los propios procesos productivos debido al uso de materias primas secundarias que necesitan un consumo menor de energía en su transformación en productos.