Saada, 18 enero de 2016. El número de muertos provocados por el impacto de un misil en el hospital Shiara, en el distrito de Razeh, se ha elevado a seis tras la muerte este fin de semana de uno de los heridos que se encontraba en estado crítico. Tras el bombardeo, el herido fue trasladado a otro hospital gestionado por Médicos Sin Fronteras (MSF) en la cercana ciudad de Saada, donde estuvo internado seis días en la unidad de cuidados intensivos. El equipo médico hizo todo lo posible para evitar su fallecimiento, pero el paciente había ingresado ya en un estado de extrema gravedad y no ha logrado salir adelante.
El ataque del pasado día 10 causó la muerte de cinco personas y dejó heridas a otras ocho. Dos de los heridos que se encontraban en estado crítico fueron trasladados al hospital de MSF en Saada, mientras que el resto recibieron tratamiento en las pocas instalaciones que quedaban operativas en el hospital atacado.
“Expresamos nuestro sincero pésame a la familia de esta nueva víctima, y reiteramos nuestra condena por el hecho de que un hospital haya sido una vez más el blanco de un ataque en el marco de este conflicto que está devastando el país desde hace diez meses”, afirma Juan Prieto, coordinador general de MSF en Yemen. “Nos vemos obligados a repetir una y otra vez que los civiles, el personal médico y las instalaciones sanitarias deben ser protegidas y su seguridad debe ser garantizada. Una semana después de la explosión en Razeh, los pacientes y el personal tienen aún miedo de volver al hospital”, añade Prieto. “Los ataques a hospitales, más allá de las víctimas directas que causan, hacen que la población tenga que pagar un precio terrible. Las víctimas a medio plazo se multiplican. Es inaceptable”, concluye Prieto.