Sudán del Sur; dieciocho muertos en nuevos ataques en el campo de desplazados de Malakal, dos de ellos miembros de MSF

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Hospital de MSF en el centro de protección de civiles (tomadas en noviembre de 2015)

 Juba, 19 de Febrero 2016. Al menos dieciocho personas han resultado muertas en una serie de ataques al campo de Protección de Civiles (PoC, por sus siglas en inglés) de Malakal, en Sudán del Sur; dos de los fallecidos son trabajadores sursudaneses de Médicos Sin Fronteras (MSF) que fueron atacados en sus casas. Durante la noche del miércoles al jueves, los equipos de MSF atendieron a 36 heridos en el hospital que gestionan dentro del campo; uno de ellos trabajador de la organización. Durante toda la jornada de ayer jueves y durante la madrugada del jueves al viernes siguieron llegando nuevos heridos hasta el hospital. En total, desde que comenzaron los ataques, casi un centenar de personas han sido atendidas en el hospital de MSF, la mayoría de ellas con heridas de bala.

La escalada de violencia tuvo lugar durante al menos tres horas en la noche del miércoles al jueves, lo que forzó a cerca de 600 personas, la mayoría mujeres y niños, a refugiarse en el recinto del hospital. Los equipos de MSF trabajaron durante toda la noche para tratar a los heridos; al menos 25 de las personas atendidas presentaban heridas de bala y ocho requirieron de intervenciones quirúrgicas.

“Este ataque a los civiles es intolerable, y exigimos a los grupos armados que los detengan de inmediato”, afirma el coordinador de proyectos de MSF en Sudán del Sur, Marcus Bachmann. “La población llega al PoC buscando protección; este lugar debería ser como un santuario. Tiene que ser respetado por todas las partes en conflicto”, añade.

El PoC de Malakal aloja en la actualidad a unas 40.000 personas que se han visto obligadas a huir de las zonas de combate, y que en buena parte provienen de áreas que están fuera del alcance de la ayuda humanitaria, por lo que muchos llegan hasta allí sin ninguna pertenencia.

El PoC ha servido de refugio a personas desplazadas desde que se inició el conflicto en esta área; allá por diciembre de 2013. La población del campo se duplicó el año pasado tras la llegada de 10.000 personas en abril y de otras 16.000 entre julio y agosto. “Actualmente hay serios problemas de saneamiento y de abastecimiento de agua en el campo, que está completamente abarrotado. La situación es complicada y el hospital de MSF es una de las pocas instalaciones que continúan en funcionamiento. Estamos verdaderamente preocupados ante la evolución que puedan tener los acontecimientos”, concluye Bachmann.

MSF gestiona un hospital de 50 camas en Malakal, incluyendo un servicio de emergencias permanente, dentro del campo de protección de civiles (PoC). MSF trabaja en la región que hoy constituye la República de Sudán del Sur desde 1983. En la actualidad, casi 3.000 trabajadores sursudaneses y 330 trabajadores internacionales de MSF responden a una amplia gama de emergencias médicas y proveen atención sanitaria gratuita y de calidad en 18 proyectos ubicados en 10 regiones del país y en el Área Administrativa de Abyei.