16 de octubre. Día Mundial de la Alimentación

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16 de octubre. Día Mundial de la Alimentación

Luchemos contra el cambio climático con una alimentación sostenible

El 16 de octubre de 1945 se creó en Quebec, Canada, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con la intención de luchar contra el hambre en el mundo. Cada 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación para conmemorar la creación de esta organización. Más 150 países realizan algún tipo de evento, siendo una de las fiestas más celebrados en el mundo. En esta nueva edición, la FAO quiere concienciarnos de la importancia que tiene el clima en la alimentación mundial.

‘‘El clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también’’, es el lema elegido por la FAO para celebrar el Día Mundial de la Alimentación. El cambio climático ha afectado a todas las facetas de nuestra vida, incluyendo la alimentación. El aumento de los desastres naturales afecta a los cultivos, y son las personas más pobres las que están pagando las consecuencias. Es necesario adaptar nuestra alimentación y nuestra agricultura a estos cambios.

Son siete las áreas en las que se centra el Día Mundial de la alimentación 2016. Unas áreas en las que tenemos que cambiar las cosas si queremos hacer frente al cambio climático. Éstas son: Bosques, Agricultura, Gestión de la Ganadería, Desperdicios de Alimentos, Recursos Naturales, Pesca y Sistemas Alimentarios.

Los bosques son el medio de supervivencia de muchas personas y animales. Además de producir alimento y cobijo, los bosques son la principal fuente de oxígeno de nuestro planeta. La tala de árboles es uno de los males que nos acecha hoy en día, una situación que hay que revertir cuanto antes. Si queremos mantener nuestro planeta sano, y por consiguiente a nosotros mismos, tenemos que proteger los bosques.

El cambio climático afecta al cultivo de alimentos. Los desastres naturales impiden que muchos países puedan producir sus alimentos. Hemos de adaptar nuestra forma de cultivo para lograr una producción más sostenible. Además, hay que ayudar a los países más pobres para que puedan luchar contra los efectos del cambio climático.

La forma en que hoy nos ocupamos de la ganadería es la principal causa de los gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura. Hay que intentar reducir esto e intentar no consumir tanta carne y apostar más por las verduras.

Hoy desperdiciamos más de un tercio de los alimentos que producimos cada año. Esta comida acaba podrida en vertederos aumentando así el efecto invernadero. Debemos intentar de racionalizar el consumo y evitar así el desperdicio masivo de alimentos.

Actualmente estamos usando más recursos naturales de los necesarios para poder producir alimentos. Estos recursos no son inagotables por lo que hay que potenciar un consumo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

El cambio climático también tienen efectos negativos sobre los mares. Se ha reducido el número de peces sanos en los océanos. Hay que pescar de forma más responsable para mantener los mares llenos de alimento.

Si queremos acabar con el hambre en el mundo precisamos de un sistema alimentario sostenible, que logre alimentarnos manteniendo al mismo tiempo sano el planeta. Apuesta por alimentos ecológicos para ayudar a lograr esto.

Muchas veces cuando hablamos de cambio climático no sabemos qué podemos hacer para revertir esta situación. Pero, con las decisiones que tomamos en nuestro día a día podemos luchar contra el cambio climático. Apostando por un consumo de alimentos responsable, no desperdiciando agua, eligiendo productos ecológicos, manteniendo limpios los mares… lograremos un planeta más sano que alimentará a todo el planeta de forma sostenible.