
Durante la madrugada del 22 al 23 de agosto del año 1791 se inició en Saint-Domingue, hoy Haití, la que sería la primera y única revuelta exitosa de esclavos de la historia. La primera rebelión contra el negocio esclavista en América y la piedra angular de la posterior absolución del comercio transatlántico de esclavos.
Por eso, cada 23 de agosto se celebra el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición. Y es muy importante remarcar lo de «recuerdo», porque para entender nuestra sociedad actual tenemos que mirar en la historia y reconocer y aprender de los errores y horrores que la han ido modelando a lo largo de los siglos. Solo así se consigue una evolución positiva hacia la consecución de un mundo más justo e igualitario.
Fue en el año 1994 cuando la Conferencia General de la UNESCO conmemoró este día en recuerdo y respeto de todas aquellas personas que durante siglos fueron moneda de cambio en el comercio transatlántico de esclavos. Una fecha que invita a reflexionar sobre las causas socio-políticas que sustentaban la trata negrera, así como su contexto, con el fin de conocer y denunciar una herencia histórica que acompaña a la humanidad. Una herencia que se debe aceptar y recordar para que no caiga en el olvido ni se le pierda el respeto a las víctimas que la sufrieron.
Sin embargo, cuando hablamos de «abolición» realmente estamos nombrando la esclavitud oficial, pero no real. Ya que, a pesar de que fue completamente prohibida en el año 1948 por la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, existen a día de hoy muchas formas de esclavitud y trata de personas. Se calcula que alrededor de 49 millones de personas en el mundo viven en situación de servidumbre. Y no solo en países subdesarrollados, en 2016 se extrajeron datos que determinaban que 1,2 millones de personas eran esclavas en Europa. Entre varias de las formas de esclavitud moderna destacan las industrias de pescados y mariscos en Tailandia, las fábricas de marihuana en Europa y América o la esclavitud sexual, de la que se calculan unas 4,5 millones de víctimas actuales en el mundo, de las cuales un 25% son menores.
Por lo tanto, cuando hoy conmemoramos el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición, también lanzamos una voz de denuncia por el camino que aún queda por recorrer. Humania celebra que tal día como hoy se rompieron en Haití los primeros grilletes de la trata esclavista, pero seguimos luchando por todas aquellas personas que en este mismo momento son víctimas de una esclavitud moderna, oficialmente abolida, pero vigente y activa en nuestros días.