
Las Marchas 22M -Marchas de la Dignidad- han convocado con el lema “Pan, trabajo, techo y dignidad” una semana de lucha que se llevará a cabo del 24 al 29 de noviembre con actos descentralizados en pueblos y ciudades del estado español.
CGT denuncia que ahora los sindicatos del régimen se quieran lavar la cara diciendo que son parte de Las Marchas de la Dignidad, al contrario, ellos como estructuras sindicales son parte del problema. Son seriamente responsables de que la mayoría social esté sufriendo hoy tanto, mientras ellos dilapidan recursos públicos con las tarjetas black y otros instrumentos “infecciosos” financieros que les proporcionan por ser parte del régimen.
CGT considera que los sindicatos CC.OO. y UGT son parte del problema, pues son parte de este régimen, pues si hoy falta el trabajo no sólo es por responsabilidad empresarial y política, sino también de los sindicatos del Pacto Social, que han firmado políticas de despidos con las patronales, que han fomentado y firmado con los gobiernos el retraso en la edad de jubilación, la moderación salarial, el recorte de derechos laborales y el empeoramiento en las cotizaciones sociales, regalándoles a los empresarios miles y miles de millones y fomentando los planes privados de pensiones.
Las Marchas 22M son un movimiento social horizontal y participativo que se constituye para enfrentarse a las políticas antisociales realizadas contra la mayoría social. Un ataque muy grave a los bienes públicos en toda la cadena de la vida digna de la ciudadanía, así como un ataque muy grave a los la derechos fundamentales de las personas.
Se constituyen como una herramienta de la ciudadanía, para que ésta sea capaz de recuperar derechos sociales, laborales y civiles para todas y todos. A la vez exigen que los culpables de la crisis/estafa: banqueros, empresarios y políticos sean juzgados por sus actos de expolio de los bienes comunes, de robo a través del traspaso de cientos de miles de millones de euros de lo público al sistema financiero y la estafa que vienen cometiendo de manera sistemática.
Las Marchas 22M son las personas de abajo, quienes sufren el desahucio violento y criminal de los poderes financieros y los jueces; son los millones de personas que han sido echadas de sus trabajos a la papelera de la exclusión, la precariedad y el empobrecimiento; son las personas a las cuales se les impide el acceso a una sanidad universal y pública, a una educación libre universal y pública, a ser cuidadas cuando se encuentran en situación de dependencia y/o necesidad.
También son las personas que tienen que exiliarse laboral y socialmente, quienes sufren no sólo la carencia del presente, sino que se les impone de manera estructural el no-futuro, quebrando cualquier expectativa de vida digna. Son las personas que han visto como ellas y las próximas generaciones futuras han contraído una deuda privada que nos condena a un mundo, a una sociedad, en la que tendremos que sobrevivir empobrecidos de por vida.
























