
Otros ejemplos de espacios de autogestión ciudadana estarán presentes: Can Batlló de Barcelona, La Tabacalera y La mesa ciudadana de Madrid.
El antropólogo Manuel Delgado impartirá una charla al Instituto San Vicente Ferrer.
Pensar las Naves de Ribes
Cuatro edificios públicos de principios del siglo XX que ocupan más de 4.500 m2 se encuentran detrás el muro de la Calle Filipinas. Se trata de las Naves de Ribes, protegidas como «bien de relevancia social» y reivindicadas por el vecindario desde el año 2005 como espacio público para la cultura, la salud y el deporte en el barrio. Esta reivindicación empezó en 2005, e incluye no sólo la atención a la voluntad del barrio sobre el destino y el uso de las Naves, sino también la posibilidad de una gestión ciudadana independiente.
Esta semana, el proyecto Naves de Ribes se materializa en diversas actividades, todas encaminadas al intercambio, el debate y el conocimiento, para llegar a una reflexión conjunta sobre el uso de los espacios públicos desde la autogestión ciudadana.
Así, mañana empieza el ciclo «3 días para aprender», que ofrece la mirada y la experiencia de otros espacios de naturaleza parecida, y la participación del antropólogo Manuel Delgado, quien ha trabajado especialmente en torno la construcción de la etnicidad y las estrategias de exclusión en marcos urbanos, las representaciones culturales en la ciudad y las nuevas formas de culto al mundo contemporáneo. Miembro del Consejo de dirección de los Cuadernos del ICA, forma parte de la junta directiva del Instituto Catalán de Antropología. También es miembro de la Comisión de Estudio sobre la Inmigración del Parlamento de Cataluña.
Conocedor del proyecto sobre las Naves de Ribes, y de la historia reciente del barrio de Russafa, Delgado comenta: «Estamos siendo testigos y víctimas de lógicas neoliberales que implican una alianza entre penetración capitalista y políticas públicas, y de las cuales resulta una transformación de la fisonomía tanto humana como morfológica de muchas ciudades, que consiste en favorecer la revitalización como espacios-negocio de barrios céntricos o periféricos que fueron populares: se recalifican como residenciales «de categoría» o se colocan al servicio de las nuevas industrias tecnológicas y cognitivas. Esto es lo que está pasando en Russafa y en otros muchos lugares. Ahora bien, hay factores que pueden parar estos procesos, retardarlos, aplazarlos o frustrarlos. Las luchas vecinales pueden ser uno de estos factores».
«3 días para aprender»
Bajo este título se enmarcan las actividades organizadas por la Plataforma per Russafa para esta semana. Mañana miércoles día 4, se proyectará en el local de la Plataforma el documental producido por Panòptica y La Col «Com un gegant invisible», que narra el proceso de creación del centro social autogestionado Can Batlló, un recinto pendiente de transformación y objeto de la reivindicación y la lucha vecinal desde hace muchos años, actualmente en proceso de reapropiación por parte de la ciudadanía.
«A través del proceso de su recuperación -explican los productores de la película-, nos preguntamos sobre cuáles son las reglas del juego, los actores, intereses y estrategias que han dictado las transformaciones urbanas en la Barcelona de los últimos treinta años y que nos han traído a la situación actual, al Can Batlló de la propiedad privada enfrente al Can Batlló por la gente. A partir de aquí miramos hacia el futuro y planteamos una reflexión sobre las otras Barcelonas posibles, sobre todas las ciudades que todavía nos quedan para imaginar».
El día siguiente, jueves día 5, la galería Hat Gallery acogerá una mesa redonda y posterior debate con representantes de La Tabacalera y La mesa ciudadana.
La Tabacalera es un centro social autogestionado del barrio de Lavapiés en Madrid, que ofrece actividades culturales de carácter colectivo y público, defendiendo que las actividades transformadoras de la sociedad son las que se hacen desde la autogestión y la autonomía, y no desde la dependencia. Sus objetivos son «los recursos propios, el ánimo de generar riqueza cultural y social, la horizontalidad y la cooperación, la autocrítica y la transparencia, la participación directa, la experimentación». Por otra parte, La mesa ciudadana es un proyecto de Madrid nacido de los encuentros Intermediae y Media Lab Prado, que defiende y apoya proyectos ciudadanos de gestión de lo público, basados en el aprendizaje y la experiencia compartida.
Por último, el viernes día 6 Manuel Delgado hablará al Instituto San Vicente Ferrer sobre la transformación de las ciudades a partir de las políticas urbanísticas, y sobre el efecto que tienen en las personas. «Está claro que son las personas que conforman una determinada colectividad humana –en este caso vecinal- las que conocen sus propias necesidades y las que están en condiciones de orientar a su servicio los cambios que se producen en una determinada morfología urbana», afirma Delgado al respecto.
La autogestión de las Naves de Ribes es el pensamiento que anima estas jornadas «para pensar en comunidad», porque, como dice Delgado: «La mejor manera que tienen las personas y los colectivos de demostrar que pueden hacer una cosa es haciéndola. En este caso, es inevitable desplegar iniciativas que permiten demostrar esta competencia organizativa y de gestión en los espacios a conquistar. Y esto se hace, en efecto, haciéndolo, es decir, ocupando estos espacios y poniéndolos a funcionar de una determinada manera».
3 DÍAS PARA APRENDER
Miércoles 4 de febrero, a las 21’00h. Local Plataforma per Russafa (Calle Literato Azorín, 39)
Proyección del documental “Com un gegant invisible”, sobre Can Batlló.
Jueves 5 de febrero, 19’00h. Hat Gallery (Calle Dénia, 37)
Charla y coloquio con: Azucena Klett, de La mesa ciudadana y Gloria Durán, de La Tabacalera
Viernes 6 de febrero, a las 19’00h. Instituto San Vicente Ferrer (Calle Almirante Cadarso, 22)
Charla y coloquio con: Manuel Delgado