
Isabel Ojeda es la primera usuaria de un perro señal en Madrid. Su nueva compañera se llama Motas y procede del Centro de Atención de Animales de Compañía de Terrassa. Isabel nos cuenta como le ha cambiado la vida: “Hago muchos amigos en el parque, salgo mas de casa y nos damos algunos caprichos Motas y yo, que cuidarse es quererse ¿no?. Motas me ayuda mucho, para una persona sorda es la mejor compañía”.
En la fotografía, las vemos junto a Beatriz Santos, la entrenadora voluntaria de Áskal que se encarga de su seguimiento. Beatriz se formó en uno de los cursos de Áskal y desde entonces, ha colaborado con la asociación desde Guadalajara. Ahora Bea se encargar de pulir el trabajo de Motas y de asegurar que Isabel la premia y la maneja correctamente.
En la Comunidad de Madrid no hay una ley sobre el derecho de acceso público de otros perros de asistencia que no sean los ya conocidos perros guía. Por eso, Isabel va a tener que dar muchas explicaciones para poder entrar con Motas en los sitios donde las mascotas normales no son admitidas, como el transporte público o los centros comerciales. Para una persona con pérdida auditiva, llevar a su perro supone ganar seguridad y control sobre su entorno. Esperamos que las CCAA que aun no tienen leyes sobre perros de asistencia, se animen pronto a legislar en su beneficio. De momento, Isabel y Motas van abriendo camino en Majadahonda, donde muchas personas que se han cruzado con ellas ya saben como un perro señal puede ayudar a una persona sorda.