Ni un hogar sin energía

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El proyecto Ni un Hogar Sin Energía consiste en un proyecto piloto e innovador financiado en gran parte por el Ayuntamiento de Zaragoza, y que pretende mejorar la situación de las familias que sufren pobreza energética y que no pueden o tienen grandes dificultades para hacer frente a sus facturas de suministros o para tener su vivienda dentro de una temperatura saludable. Se trata del primer proyecto de estas características en España.

 
¿Qué es la Pobreza Energética?

La Pobreza Energética se define como la situación que sufren los hogares que son incapaces de pagar los servicios mínimos de energía que satisfagan sus necesidades domésticas básicas o que se ven obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar las facturas energéticas de sus viviendas. Este problema relaciona directamente aspectos sociales, como son la pobreza y la exclusión social, con problemas ambientales y de política energética, como es el precio de la energía doméstica o la eficiencia energética en el parque de viviendas residenciales.

El número de familias en situación de pobreza energética se ha visto incrementado en nuestro país de manera alarmante en los últimos años. Se estima que más del 15% de la población en España sufre este problema, porcentaje que sigue aumentado año a año.

Hay varios factores que han provocado este aumento, como son el incremento del coste de la energía eléctrica, la falta de concienciación y desconocimiento del uso eficiente de la energía, así como  la disminución de los recursos económicos de gran porcentaje de la población, haciendo que los pocos recursos con los que cuentan sean destinados a otras necesidades prioritarias como son la vivienda o los alimentos, por delante de la calefacción, el agua caliente o la iluminación.

Vivir en una vivienda que esta aclimatada de forma deficiente y que no puede mantener una temperatura adecuada en su interior puede provocar serios problemas para la salud tanto físicos (artritis, neumonía, asma…) como mentales (depresiones), principalmente en la población más vulnerable como son las personas de edad avanzada. Según se destaca en el último informe del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), la pobreza energética podría ser causa de entre 2.300 y 9.300 muertes prematuras en España cada año durante la estación invernal, con especial incidencia entre las personas de la tercera edad. Para calibrar el impacto real en la mortalidad vinculada a las dificultades para costear el gasto energético en el hogar, basta recordar que el año pasado, las víctimas de accidentes de tráfico fueron 1.177 (Datos de la DGT)

 

¿Dónde se realiza?

El proyecto se centra en los barrios zaragozanos de San Pablo y La Magdalena ubicados en el casco histórico de la ciudad. Los hogares han sido seleccionados gracias a la ayuda de los trabajadores sociales de los Centros Municipales de Servicios Sociales de ambos barrios.

 

 ¿En qué consiste el proyecto?

Esta experiencia piloto consta de un importante enfoque técnico y social, y consiste en monitorizar los consumos energéticos, temperatura y humedad de 15 hogares desfavorecidos que sufren esta situación. Tras una primera monitorización y recogida de datos durante al menos 1 semana, se analizarán los hábitos de consumo y se realizará una caracterización de la demanda energética con la información recabada de la monitorización y de las facturas energéticas de meses anteriores de cada una de las viviendas.

Tras esta monitorización, Se realizará un informe personalizado de cada vivienda en el que se incluirá la información que se haya extraído de la monitorización haciendo especial hincapié en el coste económico que supone utilizar cada uno de los equipos, recomendaciones y hábitos a cambiar.

Tras esta 1ª monitorización, se desarrollarán talleres de formación en hábitos y soluciones de ahorro energético en el hogar con los habitantes de estas viviendas. En este taller también se les enseñará a interpretar las facturas energéticas, y a buscar el contrato y la potencia que mejor se adapte a sus necesidades.

Una vez concluidos los talleres, se implementarán en las viviendas algunas de las medidas propuestas en el taller.

Tras la implementación de las medidas, se realizará una segunda monitorización para evaluar la incidencia del taller de formación y las medidas realizadas sobre el consumo energético, la temperatura y humedad de cada vivienda, con el objetivo de poder evaluar la mejora del confort térmico interior y la reducción del consumo eléctrico como consecuencia del cambio de hábitos energéticos. También se realizarán tomografías en el caso de que se hayan implementado medidas de aislamiento, para poder valorar el efecto que producen.

¿Qué tipo de medidas se les implementará en sus hogares?

Se contribuirá con la implementación de algunas medidas económicas, que favorezcan la reducción inmediata de su consumo energético, o mejoren el confort térmico en la vivienda. Algunas de estas medidas serán instalar Burletes en ventanas y puertas, enchufes programables, reflectores en radiadores, bombillas de bajo consumo, regletas con interruptor, placas de poliestileno, aislamiento para cajas de persianas, aislamiento adhesivo para cristales, perlizadores de agua…etc.