La CGT apoya las Euromarchas a Bruselas, pero no participará en actos con tinte electoralista como el que se pretende realizar en Cádiz con motivo de la presentación de esta movilización, convocada del 1 al 17 de octubre
La Confederación General del Trabajo (CGT) ha estado y está de principio a fin por estas Euromarchas que lanzan, desde la base de los movimientos sociales, el grito de la lucha por la dignidad. En nuestros sindicatos y federaciones consideramos relevante la participación de todas las personas y colectivos, formando una sola piña donde vivan y valgan lo mismo un militante de base, o alguien que participa a nivel personal, que quien ostenta cargos y responsabilidades organizativas. Este diseño es el que dio origen a las anteriores Marchas de la Dignidad y al resto de las movilizaciones que surgieron al abrigo del 15M.Este modelo plural, horizontal y asambleario es con el que nos identificamos en CGT. Otros escenarios son posibles, por supuesto, pero no son el nuestro. Estamos en contra de la utilización de las Euromarchas por parte de líderes en campaña electoral de determinados partidos políticos, nuevos y viejos.
Las Euromarchas Gibraltar-Bruselas (que tendrán lugar del 1 al 17 del próximo mes de octubre, bajo el lema unitario de “Construyamos otra Europa”) han sido elaboradas por distintos movimientos y colectivos sociales, sindicalismo alternativo, etc. y tienen sentido no sólo porque sus reivindicaciones (oposición al TTIP, denuncia de la pobreza y la exclusión, por la anulación de la deuda ilegítima, etc.) son justas socialmente, sino porque la mayoría de la población es la única protagonista: las gentes precarizadas, esquilmadas, ninguneadas y expoliadas, son quienes sufren, sufrimos, las consecuencias de este modelo europeo basado solamente en la tasa de ganancia del capital y los intereses de las grandes corporaciones.
Por todo ello, la CGT se opone a una poco disimulada instrumentalización electoral de las Euromarchas. Y lo hace porque no podemos permitir “claudicaciones” y/o “traiciones” como las que ya vivió la ciudadanía griega, su mayoría social -y en alguna medida, también la mayoría social del resto de Europa- que aceptó el órdago y dijo OXI, (dijo NO), contra el “estado de excepción financiera de la U€” (con una Alemania hegemónica), que era simplemente un estado de terror contra las poblaciones que no acataron las reglas de juego de las élites político financieras. La mayoría social nos tenemos que convertir en insumisos a la austeridad, a la barbarie, y desobedecer la lógica económica-política que nos impone la Troika y quienes aceptan la misma con la escusa de que… “no hay nada que hacer, es inevitable”. No puede reproducirse la experiencia griega, donde un gobierno con gran apoyo social y tras ganar un referéndum por él convocado, tenía la obligación política, la “orden” del pueblo griego de impugnar esta lógica macabra, y no cumplió lo prometido.
Por último, la CGT considera que las personas más conocidas de los partidos son una parte de las Euromarchas; pero nadie es más que nadie y esos rostros famosos no representan al conjunto de caras, voces y manos que luchan cada día. La cooperación y la solidaridad, son las señas fuertes de la identidad del movimiento social de las “Euromarchas”. Los afiliación de partidos, sus militantes, sus cargos públicos, son tan importantes como quienes no lo son, pero sólo si trabajan de forma cooperativa entre los miles y miles de personas que hemos decidido plantar cara a esta U€ de los mercados y los mercaderes que nos quiere condenar a las personas y al planeta a un no futuro. CGT, toda su afiliación, seguirá trabajando en la calle, en los territorios, en los pueblos, en las ciudades, con un solo objetivo: impulsar la lucha como el único camino para el verdadero cambio social. Y ahí, en esa lucha, cabemos todos y todas.






















