10 de octubre. Día Mundial de la Salud Mental

1999
10 de octubre. Día Mundial de la Salud Mental

Caminando juntos por la igualdad de las personas con dificultades mentales

‘‘Dignidad en la salud mental’’ es el lema elegido para celebrar el Día Mundial de la Salud Mental, una festividad que se celebra desde el año 1992 y que se conmemora  en más de 100 países. En este día se quiere concienciar sobre la difícil situación a la que se enfrentan las personas con discapacidades mentales o psicosociales. Se trata de unas personas que en algunos países no gozan de derechos y son aparatados de la sociedad.

En muchos países las personas que padecen dificultades mentales todavía no tienen sus derechos reconocidos, por lo que son discriminadas y estigmatizadas.  Estas personas llegan a sufrir persecuciones y abusos por parte del resto de la sociedad, ya que muchas veces son tratados como locos y no se reconocen los problemas que padecen. Además, la falta de profesionales sanitarios, los tratamientos inadecuados o el aislamiento en centros de salud mental no favorece a su recuperación e integración en la sociedad.

En nuestro país, donde también hay muchas personas que padecen dificultades relacionadas con la salud mental, también se ha querido conmemorar esta festividad. El lema, elegido por votación a través de la web de la Confederación de Salud Mental española, pretende fomentar la empatía de la sociedad hacia estas personas, que intentemos ponernos en su lugar. ‘‘Soy como tú aunque aún no lo sepas’’, resalta el lema.

En este Día Mundial de la Salud Mental se ha querido recordar uno de los principios fundamentales sobre los que se rige una sociedad: que todos los seres humanos tienen derecho a una vida digna. Aquellos que padecen dificultades mentales  o psicosociales tienen derecho a formar parte de la sociedad, a vivir lo más dignamente posible, a poder trabajar o, en definitiva, disfrutar de una vida feliz con familiares y amigos. Debemos dejar atrás los estigmas y la discriminación y caminar juntos para favorecer su integración social y el reconocimiento de sus derechos y libertades. Los gobiernos, a través de sus leyes y políticas, son lo que deben garantizar los derechos de estas personas, favoreciendo unos mejores servicios y tratamientos. Pero nosotros, en nuestro día a día también podemos ayudar a favorecer la dignidad de las personas que padecen problemas de salud mental.